Cualquier motero de Bogotá sabe dónde conseguir el repuesto que necesita para su vehículo a precio económico. La favorita es el lugar, un barrio que fue muy tradicional en Bogotá, metido en la mitad de la zona de tolerancia de Santa Fe y la calle 13 a donde mayoritariamente llegan los celulares robados en toda la ciudad.
La Favorita es hoy un barrio netamente comercial donde predomina todo lo referente al mercado de motocicletas en Bogotá. Se levantó a comienzos del siglo pasado con decenas de lujosos hoteles habitados por ilustres y adinerados ciudadanos que llegaban a la Bogotá de aquellos tiempos.
El estar tan cerca de la terminal de transportes, que estaba puesto en lo que hoy es la plaza España, deterioró el lujoso barrio, llamado La favorita, porque era el favorito de los pocos bogotanos de la época y los turistas que llegaban a la fría ciudad.
Mientras que los forasteros se bajaban de los buses para buscar un quehacer en Bogotá, los dueños de los finos hoteles de La Favorita vendían a cualquier precio o dejaban abandonados los predios que poco a poco fueron ocupados por vendedores ambulantes y habitantes de calle que pusieron los predios a la merced de la drogadicción y al hampa.
Con el paso de los años fueron algunos mecánicos de motocicletas los que se instalaron en el sector, a los que se les fueron uniendo otros tantos. Los talleres de expertos y de repuestos nuevos y de segunda fueron cerrado el comercio. Hoy son al menos 300 locales los que están ahí.
Con la llegada de mercado legal también se arrimaron los que no lo son. Por muchos años la mayoría de los repuestos de segunda mano que se vendían en aquel lugar eran de motos robadas. Aunque los ojos que las autoridades pusieron encima de aquella realidad ayudó a frenar el tráfico de autopartes, la cosa nunca ha parado. Ese sigue siendo un secreto a voces que todos conocen abiertamente.
La favorita es también uno de los lugares a donde más llegan las motos completas que han sido robadas en Bogotá y sus alrededores. Allí en la favorita, lo han dicho las autoridades que están encima del ilegal negocio que es el que más se comete en las calles de Bogotá, hay bandas organizadas que reciben las motocicletas hurtadas. Por muchas de estas motos robadas piden varios millones de pesos por el rescate. Es un secuestro muy rentable. Las motos entran a La favorita y los dueños que aceptan la extorsión, muertos del miedo, tienen que entrar a recogerlas allí mismo.