Basta con mirar un poco el supuesto video del monolito que apareció en Chía el cual parece más bien un digno render (animación de computadora). Cuatro o cinco fotos que rondan. No hay muchas más. Una de un supuesto trabajador, que sería uno de los que habría encontrado el monolito, subido en un tractor de marca Leyland que por su estado ya ni debe andar (le falta un gran pedazo del motor). Además, siempre cuidando de no revelar el sector donde supuestamente se encuentra. Dicen que es en Chía; efectivamente puede ser ahí, ya sea cerca al Río Frío o por la ronda del río Bogotá, en un predio de difícil acceso que seguramente es privado.
Vamos a explicar cómo funciona una campaña “viral” en redes sociales e Internet. Para que sea "exitosa" se necesitan cuatro elementos:
1. La historia
Unos ‘creativos’ que inventen una historia relativamente creíble. No debe ser tan elaborada, a la final los incautos caen muy fácil. En este caso aprovecharse de una coyuntura a nivel mundial, como es la aparición de los supuestos monolitos en el mundo, sería bueno. Ya la gente la ha oído, ahora solo falta ponerla en Colombia.
2. Medios
Uno o varios medios de comunicación que avalen la historia. Es de gran importancia que medios de comunicación avalen la historia que se crea; esto le dará “credibilidad” ante la opinión pública y además servirá para generar conversación por parte de los influenciadores quienes están listos para el ataque.
En esta ocasión Publimetro Colombia fue uno de los primeros medios en publicar la información. ¿Publimetro estará metido en la campaña? Tras esto, otros medios de comunicación también fueron publicando poco a poco la información. Algunos, muy probablemente, incautos.
3. Conversación
Unos “influencers” que repliquen esa información y generen “conversación” en redes sociales. Es decir, que hagan creer que es algo natural y que están hablando "naturalmente".
Haciendo una búsqueda de la información en Twitter, podemos ver algunas de las primeras personas en hablar del tema en la red social:
Curiosamente algunas mencionan a Publimetro, que como mencioné es de los primeros medios de comunicación en cubrir la supuesta historia. Ahora estas personas, entre otras, son de las primeras en enviar los mensajes. Estos twitteros son bastante reconocidas en el medio por ser contratadas por agencias de publicidad para hacer campañas de varias marcas en las redes sociales. ¿Estarán participando de una campaña con lo del monolito en Chía? ¿Les estarán pagando? ¿Si es así, por qué los mensajes no están identificados como publicidad como lo dice la Superintendencia de Industria de Comercio? Vale la pena preguntárselo.
4. Incautos
Lo más importante: incautos que no duden de la información, que por inverosímil que sea se crean el cuento.
Esta es la parte en donde después de tener tanto ruido en redes sociales, medios de comunicación (ya sean que les hayan pagado o no –también hay incautos-) la información se comienza a volver “real”, tanto así que puede generar pánico en la población.
Las estrategias publicitarias en donde se intenta volver un tema "viral" llevan muchísimo tiempo ejecutándose. Y no solo en internet. Basta remontarse a la transmisión “La guerra de los mundos” de Orson Wells el 30 de octubre de 1938 cuando una radionovela causó pánico entre miles de norteamericanos que pesaron que se trataba del fin del mundo por una invasión alienígena, en donde todo resultó siendo una simple –pero magnífica- interpretación de emociones y narración.
O también remontarse al capítulo de Los Simpson en donde, supuestamente, un Ángel venía a hacer el juicio final:
¿Fue lo del monolito de Chía una farsa? Sería una gran oportunidad para que la Superintendencia de Industria y Comercio entrar a investigar lo sucedido porque blanco es y gallina lo pone.
Nota del artículo: Por transparencia de este artículo, el autor afirma haber participado (en el pasado) en alguna ocasión de este tipo de campañas.
