La difícil situación por la que atraviesa el país y, en particular, la educación pública, responde a la dominación que han ejercido sobre todos los matices de la vida nacional las políticas neoliberales, reflejado en un proceso de destrucción de la producción nacional, que llevó a la quiebra del agro y la industria; creando pobreza, hambre y despojo en el campo y la ciudad. Asimismo, la política educativa ha instaurado en Colombia, un modelo de “educación para pobres”, producto de la aplicación progresiva de las directrices emanadas por los organismos internacionales.
Bello no escapa a la crisis de la educación en Colombia. Ubicado en el Norte del Valle de Aburrá, con un presupuesto anual que supera los 350.000 millones de pesos, cuenta con 111 instituciones educativas de las cuales 41 son públicas y 70 del sector privado. El aumento de la población en el municipio ha superado la capacidad de los establecimientos públicos, el 19 % de la planta física esta en deterioro.[1] Muestra de la falta de infraestructura adecuada para la formación de los bellanitas es el acceso a un computador, mientras para el 2010 el promedio del país era de 21 estudiantes por computador conectado, en el municipio esta relación fue de 41 a 1.[2] La situación es alarmante, mediante los programas de “ampliación de cobertura”[3], 16 contratistas cubren 16.492 cupos, fortaleciendo la intermediación en la prestación del “servicio educativo”, figuras jurídicas en las que se maltrata el derecho a la educación de los jóvenes bellanitas y los convierte en usuarios de una mercancía.
Siguiendo los lineamientos de la política educativa de Juan Manuel Santos, el gobierno de Carlos Muñoz ha cumplido con la orientación de los megacolegios, formas de privatización de la educación secundaria; con recursos de la nación y los entes territoriales, se construyen para entregarlos a fundaciones privadas y pagarles más de 1.200.000 pesos por alumno, caso del megacolegio Marco Fidel Suárez, construido con un costo de 25 mil millones de pesos y un aporte del municipio de 10 mil millones de pesos, proyecto que desplazó a los estudiantes de la escuela más antigua de Bello: Institución Educativa Jorge Eliecer Gaitán, a las instalaciones del antiguo Instituto Femenino, mediante un contrato de arrendamiento de la Alcaldía con la Arquidiócesis de Medellín.
A este panorama se suman las denuncias por hacinamiento en las instituciones educativas; el año pasado los estudiantes de la Institución Educativa Gilberto Echeverri reclamaron atención por el sobrecupo de 300 estudiantes en las aulas de clase, que perjudica la salud y las condiciones de aprendizaje de los alumnos. Sin embargo, la solución a esta problemática ha sido pobre, como respuesta a la falta de infraestructura educativa, se contrata con particulares la formación de estos jóvenes, delegando la responsabilidad del Estado.
A su vez, el Concejo de Bello actúa contra su misión de promover el desarrollo integral del municipio; mientras las instituciones de educación pública padecen fuertes problemas de infraestructura que requieren de inversión con recursos del municipio, han firmado el Acuerdo N° 015 de Septiembre 16 de 2015, cuyo objetivo fundamental es la “exención en el impuesto predial unificado, para establecimientos educativos privados del Municipio de Bello”, bajo el argumento de mejorar la calidad educativa de los establecimientos según el ÍNDICE SINTÉTICO DE CALIDAD EDUCATIVA (ISCE), herramienta promovida por la Ministra Parody, forma de esconder la realidad de la educación y responsabilizar a los maestros de la catástrofe.
No obstante, dicho Acuerdo plantea que el 60 % de la exoneración será destinada a la creación de becas para el beneficio de la población vulnerable, 20% para cubrir la canasta educativa y 20 % para estímulos a los maestros. Vale la pena preguntar: ¿Por qué no se cobra el impuesto predial y se destina en su totalidad a la inversión en educación pública en el municipio?, ¿En qué beneficia al sistema educativo bellanita la creación de unos cupos limitados de becas?, ¿Contribuye a solucionar la crisis de la educación pública en Bello?.
La necesidad de fortalecer el sistema de educación pública en el municipio de Bello, parte de una real voluntad política del gobierno local para reconocer la importancia de invertir recursos nuevos en el mejoramiento de la infraestructura de los colegios y dignificar la profesión docente. Hacemos un llamado a toda la comunidad educativa bellanita para denunciar estos hechos y organizarnos en un amplio movimiento que exija una educación de alta calidad, científica y al servicio de nuestro municipio. La tarea no está hecha, a la farsa de “Antioquia, la más Educada”, se suma “Bello, Ciudad Educada y Competitiva”.
