Alejandra Azcárate se refugió en su apartamento en Miami en donde sumergió en el silencio absoluto durante dos meses. No tuvo otra opción que huir del escarmiento público que padeció en Colombia cuando salió a la luz el narcolío que salpicó a su esposo, el empresario Miguel Jaramillo, con quien esta casada desde hace 15 años. El 24 de mayo, la vida de la diva no volvería a ser igual. En los titulares de prensa, su esposo era el protagonista al ser acusado de ser el dueño de la avioneta que aterrizó en la pista del Aeropuerto El Embrujo de la isla de Providencia con media tonelada de cocaína. La droga incautada sería trasladada presuntamente a Estados Unidos en donde podría tener un valor de 40 millones de dólares.
Sin embargo, la Azcárate apareció en la noche del viernes del 30 de julio. En un video que hizo público se muestra arrepentida y dolida, confiesa a sus seguidores que en los últimos meses ha recorrido los sótanos del infierno, una situación que no le desea a nadie y que le "puede pasar a cualquiera". Nadie le creyó, la comediante es conocida en el medio por tener un humor ácido con el que solía criticar y burlarse de los defectos físicos de las personas. Ni que hablar de testimonios que la condenan por su pésimo trato a personas que le han servido, por ejemplo, empleadas de servicios y meseros.
Solo figuras públicas defendieron a Alejandra Azcárate. La que más sorprendió, fue la defensa de Alejandro Riaño, el comediante que en su papel de Juanpis González se jacta de denunciar el elitismo y clasismo puro y duro de la sociedad colombiana, no dudó en defender a capa y espada a su gran amiga. En redes no lo pasaron por alto y arremetieron contra el influencer y su doble moral , inclusive lo tildaron de oportunista. A continuación, la defensa de Riaño a Azcárate que lo condenó:
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