Desde hace siete décadas, el empresario colombo árabe Federico Peters, comenzó a hacer dulces y turrones en el garaje de una casa en Manizales, donde nació el Supercoco que muchos colombianos aman en la actualidad.
La idea le vino de la combinación de una receta dulcera familiar con las tradicionales cocadas costeñas, que muchos han probado en diferentes partes del país y de la que nació su producto estrella, el Supercoco, en 1948. Un turrón que ya no se elabora con las técnicas artesanales de sus inicios, pero todavía conserva su inconfundible sabor.
Al comienzo, la empresa se llamaba Fábrica de dulces Superman, seis años más tarde la compraron Roberto Muñoz y Ana Salazar, quienes se propusieron llevar el Supercoco a todos los rincones del país.
Pero Manizales siguió siendo la casa matriz y las instalaciones le estaban quedando pequeñas. Por eso, en 1967 dieron el salto y abrieron una gran planta de producción en el centro de la ciudad.
Aunque la empresa siempre ha cuidado los detalles y la calidad de sus productos, en esa época los estándares de producción e higiene eran diferentes a los actuales. Por ejemplo, los dulces se hacían en pequeños recipientes que ahora serían considerados rudimentarios.
En una entrevista con El Tiempo, Felipe Henao Mejía, presidente de la compañía, también explicó que en los últimos años han invertido más de 500 millones de pesos en máquinas que garantizan que pelar el coco se haga asegurando la alta pureza del producto final.
El legado de los hermanos Henao
Aunque el Eje Cafetero se caracteriza por la producción del famoso grano con el que se prepara la bebida que acompaña a muchos colombianos en sus mañanas, el empresario cafetero Bernardo Henao le puso el ojo al negocio de Supercoco en 1979.
Al poco tiempo, su hijo Emiliano Henao Mejía se puso al frente del negocio, pero falleció en un accidente automovilístico. Su hermano Felipe Henao Mejía se hizo cargo de la compañía en 1987 y pocos años después, en los años noventa, comenzó a llamarse Súper de Alimentos S.A.S. En esa época también se lanzaron dos de los dulces más famosos de la compañía: los caramelos Barrilete y Lokiño.
El nuevo milenio llegó con mayores innovaciones y con el lanzamiento de otro producto estrella de la compañía como son las gomitas Trululú. Estas golosinas pueden ser tanto dulces como ácidas y vienen en varias presentaciones. Trululú es tan grande que opera como otra empresa con razón social independiente conocida como Golosinas Trululú.
La marca de Súper también ha incursionado en los masmelos y el chocolate. En cuanto al Supercoco, en la actualidad, la Súper de Alimentos vende más de 22 millones de estos caramelos por mes y también ha innovado. En los últimos años han lanzado sus propios tiraditos, un arequipe que tiene el sabor característico de los productos de la marca y hasta un agua de coco procesada industrialmente.
Las cifras más recientes de Euromonitor Internacional, reportan que la empresa que todavía es dirigida por Felipe Henao Mejía, lidera con una participación del 54,7% –junto con Colombina– el mercado colombiano de dulces y golosinas.
Esta es una mejora significativa después de la pandemia porque según explicó el propio Henao Mejía en entrevista con La República, las ventas de sus golosinas están impulsadas por el antojo y suelen hacerse cuando la persona ve los dulces en la tienda.
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