Buesaco, Nariño, se ha convertido en el refugio de una gran tristeza, de una constante incertidumbre, de un inmenso dolor. Es este municipio, distante de Pasto a tan solo una hora por carretera, es el refugio de Édgar Narváez, un docente quien recuerda cómo a su hermana Gloria Cecilia Narváez la secuestraron hace 26 meses en una aldea de Malí, África, en donde trabajaba con la comunidad.
El hombre pide a las autoridades que lo ayuden para entrevistarse con el papa Francisco y solicitarle que intervenga de inmediato en la liberación de la religiosa colombiana. “Es necesario que se adelanten conversaciones con quienes la tienen secuestrada. Ella solo se dedica a ayudar a la comunidad. No ha hecho nada malo”.
Narváez manifiesta su preocupación por su madre, Rosita, quien a sus 84 años de edad solo espera poder abrazar su hija. “Ella sufre mucho y ya es justo que se tenga este reencuentro”, agrega.
Luego de la última prueba de supervivencia en diciembre pasado, ¿la familia ha recibido nuevas noticias sobre el secuestro de la hermana Gloria Cecilia?
Desde ese último comunicado no se han tenido nuevas noticias, ni por parte de quienes a tienen secuestrada, ni tampoco informaciones de las autoridades nacionales o extranjeras. En el caso de las hermanas de la comunidad, siempre están pendientes de mi madre, la visitan, oran con ella…
¿Y las autoridades colombianas qué les informan?
El general Fernando Murillo, del Gaula de la Policía, siempre ha estado pendiente. Incluso se envió en una oportunidad a un grupo de esa institución a África. De igual manera, se ha puesto a nuestra disposición sicólogos para que atiendan a nuestra madre, con el fin de ayudarle a tener en este tiempo la fortaleza necesaria para soportar esta situación.
¿Han recibido apoyo de otras organizaciones sociales?
No. Solamente hemos recibido apoyo de las autoridades, la comunidad religiosa y los periodistas de diversos medios de comunicación.
¿Cómo ha sido ese día a día de la familia, luego de estos 26 meses de incertidumbre?
Pues ha sido muy difícil. Es una incertidumbre que vivimos cada minuto, cada hora, cada día que pasa. Estamos siempre esperando la llamada de alguien que nos informe sobre nuestra hermana, sobre todo es muy difícil para nuestra madre, pues a sus 84 años es muy complicado. Mi madre es la más afectada, pues siempre ha estado muy apegada a Gloria Cecilia, quien tiene casi el mismo carácter de ella, el mismo físico. Por ello es que sufre
¿Cuándo fue la última vez que la familia se comunicó con la hermana Gloria Cecilia?
La última vez fue dos meses antes de su secuestro, o sea en diciembre de 2016. Nos había manifestado que quería venir a Colombia y pedir su traslado al país y nosotros le dijimos que viniera en enero para que estuviera en los carnavales de Pasto.
¿Por qué decidió Gloria Cecilia irse del país?
Siempre buscó poder ayudar a los demás. Fue así que estuvo 8 años en Benín. Regresó de vacaciones a Colombia y resolvió regresar a África, pero en esta oportunidad en Malí, en una aldea cerca de Burkina Faso y ya luego de 7 años no regresó al país.
Una de las razones por las cuales la hermana Gloria Cecilia viajó a África fue la evangelización católica. ¿En alguna oportunidad les comentó sobre su difícil tarea, en visa de la gran población musulmana en esa región del mundo?
Pues con sus compañeras estaban muy confiadas en la aldea en la que estaban. Nos contaba que no pasaba nada extraño en esa zona, que no habían recibido amenazas. Era una aldea muy tranquila, con su escuela y fue muy sorprendente para todos que un grupo armado apareciera de un momento a otro en el lugar. Ella, y sus compañeras, solamente le prestaban un servicio a la comunidad.
La hermana Gloria Cecilia ingresó a la comunidad religiosa a los 18 años…
Sí, una vez terminó su bachillerato recibió el llamado de Dios para que ayudara a la comunidad a través del campo religioso. Fue entonces que solicitó su ingreso a la comunidad de María Inmaculada y fue en 1981 cuando ingresó como novicia.
La hermana Gloria Cecilia, en la segunda prueba de supervivencia grabada en video, solicita la ayuda del Papa Francisco para que interviniera para lograr su liberación. ¿La familia ha tenido comunicación con la Iglesia de El Vaticano?
No. Directamente con nosotros no se han comunicado, solo conocemos las declaraciones de monseñor Rubiano, desde Bogotá, y del delegado de El Vaticano en Colombia.
Así las cosas, ¿ustedes qué piensan hacer en la actualidad? ¿Desean pedir ayuda a otros sectores de la sociedad para que se agilicen las acciones de liberación?
Nosotros hacemos un llamado a la Cancillería y a los delegados de Roma en Colombia para que hablen con el Papa. Solicito que me ayuden para que pueda hablar con el Sumo Pontífice directamente en El Vaticano y manifestarle que desde hace 4 meses no tenemos noticias de ella. Mi hermana es una colombiana que estaba haciendo el bien en África, a una comunidad necesitada. No le ha hecho mal a nadie. Solicitamos un mayor seguimiento de la vida de la hermana Gloria Cecilia.
¿Qué le diría usted a quienes tienen secuestrada a su hermana?
Les pido que nos ayuden. No sabemos el motivo por el cual la retuvieron. Acá, en Colombia, hay una familia que está sufriendo, unos amigos que la esperan y una madre de 84 años que anhela el abrazo de su hija.