El siguiente testimonio es el resultado de una entrevista directa con un líder comunal del suroccidente colombiano (esta cuenta con grabación de soporte, la cual está protegida por el derecho profesional), que me pidió reservar su identidad para evitar represalias por parte de los autores de la oleada de violencia que azota esa región del país.
Al preguntarle sobre Los Contadores, quienes a sangre y fuego quieren controlar el pacífico nariñense y parte de la cordillera occidental, él me dijo:
Los Contadores son paramilitares que operan entre Tumaco, Llorente y Barbacoas. Geográficamente operan en la parte del piedemonte costero hasta la llanura del Pacífico.
Esa banda hace más de un mes movió parte de su actividad criminal a la cordillera occidental, exactamente por los lados de Samaniego. ¿A qué llegó esa banda paramilitar? A llenar de coca parte de esa cordillera, controlar las rutas y beneficiarse del narcotráfico.
Y agregó:
Esa zona es altamente militarizada por la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules y en Samaniego directamente opera la Brigada 23, la cual hace parte de la Tercera División del Ejército, lo que nos hace pensar que los oficiales del Ejército y Policía saben quiénes son los que dirigen esa banda en la región y cometen los asesinatos.
Aun así, el Ejército no hace nada para evitar que esta violencia nos siga azotando; parecido a lo que sucede en el Chocó, que en vez que la fuerza pública ataque a los grupos paramilitares, lo que hace es protegerlos.
Por ejemplo, en los últimos meses once líderes del pueblo indígenas awá han sido asesinados y la semana pasada le hicieron un atentado a un líder de ese pueblo, que afortunadamente salió ileso, en el casco urbano de Llorente.
Además, a propósito de los últimos hechos que sacudieron al departamento de Nariño (la muerte de Cristian Felipe Caicedo y Maicol Ibarra en Leiva el diez de agosto, y la masacre de ocho jóvenes en Samaniego el quince de agosto), él señaló que probablemente hacen parte de un plan de las bandas narcoparamilitares, cuyo objetivo es “sembrar el régimen del terror e intimidar a las comunidades para ejercer control territorial desde Tumaco, Barbacoas y Samaniego”; por lo que solicita a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos hacer verificación en el terreno de la presunta connivencia de las bandas narcoparamilitares con miembros de la fuerza pública, y que se adelanten las investigaciones pertinentes para dar con los determinadores y autores materiales de los crímenes sistemáticos en la región.