En 1990 no había un hombre mas deseado en Colombia que Carlos Vives. Su divorcio con Margarita Rosa de Francisco, después de unos cuantos meses de matrimonio, era el único tema de conversación en un país devastado por las bombas de Pablo Escobar. En ese momento Vives tenía 28 años y una confusión absoluta sobre su carrera. Acababa de protagonizar la novela rockera Loca Pasión, con guion de Juana Uribe y en donde conoció a un personaje para su carrera posterior, el artista bumangués Andrés Navia. Además protagonizó una serie en Puerto Rico y allá grabó una balada pop llamada No podrás escapar de mí. No sabía si seguir siendo actor y diversificarse hacia la música. Tenía dudas sobre su talento y sobre su vida personal. Entonces conoció a la modelo Herlinda Gómez, de 17 años y perteneciente a una de las familias más acomodadas y reconocidas de Puerto Rico.
El cantante se casó en diciembre de 1990. Fue un flechazo inmediato. Ambos jóvenes, famosos y con plata. Sin embargo las cosas no iban bien. En 1991 Carlos decidió tomarse un año sabático. Necesitaba, con urgencia, encontrar su propia voz. Por eso viajaba entre Bogotá, Santa Marta y San Juan de Puerto Rico a ultimar lo que después sería uno de los mejores discos en la historia de Colombia: los Clásicos de la Provincia. En uno de esos viajes conoció a Claudia Elena Vásquez. Iba en un avión y Claudia Elena lo vio. En ese momento era una joven de 20 años que acababa de ganar en Cartagena el Reinado Nacional de la Belleza. Estudiaba además ingeniera Química en la Universidad de Antioquia y era hermosa. Así que vence su timidez y se acerca a la estrella de la televisión nacional, le pide una foto y todo empieza a cambiar en la vida de los dos.
Según Herminda Gómez Vives se volvió taciturno y su matrimonio empezó a venirse abajo por culpa de lo que Vives sentía por Claudia Elena. Era tal la desconfiazan que la puertorriqueña contrató un detective para saber si su esposo le era infiel. Según ella incluso hay unas fotos comprometedoras. Cuando Herminda lo confrontó Vives le juró que la amaba, que jamás la dejaría por ninguna reina. Todos los ruegos fueron en vano. Herminda había tomado una decisión y no la reversaría por nada.
Entonces a Vives, en pleno éxito de su disco más emblemático, se le sumó un escándalo descomunal que terminó en el divorcio más sonado de la isla. El matrimonio dejaba dos hijos, Lucy y Carlos Enrique, con quienes tiene el cantante una relación espectacular. El joven de 26 años, ha trabajado antes de la pandemia en Gaira. Se llama Carlos Enrique y la hija, Lucy y tiene 22 años.
El pleito duró dos años y fue sangriento. Se dijeron de todo. Herminda ventiló su infidelidad y Vives habló incluso de los problemas con las drogas que podía tener su expareja. La relación quedó rota y lo único que tenían en común eran sus hijos. En 1998 Carlos Vives formalizó su relación con Claudia Elena Vásquez y ambos han sido una de las parejas más estables de la farándula nacional.
Con las memorias que amenaza con publicar Herminda Gómez, contando los secretos más profundos de Carlos Vives. Desde ya el cantante está temblando.