Hoy vamos de farándula. De vanidades. Hay estupideces varias, pero destaco que algunas sobresalen, no por lo simples y ordinarias, sino porque tras las “tendencias” de la moda, de las formas de comportarse en sociedad, de vestirse, de tomar agua sin regarse y de tantos “mandatos de la moda”, hay toda una maquinaria, pero no tanto de “industrias” de la belleza, del vestido, del calzado, de maquillaje, de glamour, de “fitness”, de dietas, etc.
Más allá de esto, hay toda una manipulación ideológica del sistema de medios en todo el mundo. Formas evidentes de esclavitud o de servidumbre voluntaria a los mandatos de la moda. Los dueños del poder económico tienen recursos inmensos para inducir el consumo masivo de productos para la belleza, y su publicidad es de un poder tan contundente, que hasta hace ver feas a mujeres hermosas y bonitas a las feas. Pero, aún más, las doblega y las confunde al punto de que “sin tetas no hay paraíso” o que su valor propio, su autoestima caen bajo el influjo de unos dictámenes publicitarios.
Hace poco veía de casualidad a un maquillador en la televisión, con su pequeño pincel sobre los párpados de una niña, explicando minucioso, cómo pintar sombras oscuras a un lado y más claritas al otro lado y cómo eran más compatibles unos colores y trucos para dar más “cuerpo y profundidad” a los ojos… Por eso, hoy traigo esta nota como un ejemplo de estupidez colectiva y universal, con una de las industrias más ricas y poderosas de un mundo de las vanidades, de las cuales, las mujeres son las más explotadas. Sin dejar de mencionar que a los varones nos están invadiendo con esas ideas de la moda. Ya tenemos que pintarnos las uñas, peinarnos según dictados, usar vestidos según la tendencia. Ya no nos motilamos como antes, ahora son “cuidados del cabello”, con champú, acondicionador, masajes y vitaminas para que se vea fuerte, brillante y sedoso. Y para la caída del cabello. Y perfumes y lociones. Y calzado para cada ocasión. En fin. Saben lo que digo. Ahora somos “metrosexuales”, algo así como, más allá de heterosexual y más acá de gay…
Este par de notas publicadas en la prensa nos acercan más a la idea de la estupidez nuestra de cada día:
“Compuesto de la marihuana ayudará a combatir el estrés al comprar zapatos”
DSW, tienda de calzado y accesorios estadounidense, tiene la solución para el estrés que implica la compra de zapatos: productos de belleza combinados con cannabidiol (CBD), un compuesto no intoxicante que se encuentra en el cáñamo y la marihuana.
“Enero peludo: la campaña para que las mujeres se dejen crecer el vello en las axilas y las piernas”
Reivindicar el vello corporal de la mujer parece una idea difícil de masticar. Pero no lo es para un colectivo de chicas de distintos países que, a través de redes sociales, promueven una campaña que quiere derribar prejuicios y abrazar la autenticidad.
La moda: uno de los ejemplos más certeros de la influencia de los medios de comunicación y de la industria capitalista, en su afán de entorpecer y estupidizar a esta humanidad.