Después de tantos años de elegir entre el miedo al castrochavismo y la lucha de clases contra las élites tradicionales, el centro moderado desapareció del juego y solo queda el no futuro. Pero existe una alternativa de cambio sin miedo ni desilusión.
Les propongo la alternativa, que llamaré de Terminator, porque consiste en reprogramar a la maquinaria del odio y el temor para ser dirigida por una política de centro y Unión Nacional.
Me explico.
Un primer ingrediente del previsible exterminio viene de Rodolfo Hernández, quien sin plan serio de gobierno ha captado los votos de la ciudadanía de centro, profundamente hastiada de las élites corruptas y de los líderes inexpresivos y poco elocuentes de la coalición del centro esperanza. Los votos de estos ciudadanos lo llevaron a segunda vuelta, pero ese hastío poderoso se va a ensamblar, cómo exterminador bien armado, con el segundo elemento: un odio profundo que despierta la izquierda radical en los sectores más conservadores, quienes ahora también apoyan a Rodolfo.
Pareciera que el enfrentamiento entre extremos es inminente y, desafortunadamente, apocalíptico. Todos sabemos que en el otro extremo está Petro con sus demagógicos planes de financiar absolutamente todo deseo ciudadano, sin fuentes de recursos viables y con métodos inciertos.
En este escenario, dos populistas autoritarios se enfrentan con votos de ciudadanos temerosos e indignados. Parece la receta para una hecatombe. El exterminio de los moderados, sumado a la destrucción de las instituciones y el caos para el ciudadano común.
Pero hay una alternativa viable de unidad nacional. Rodolfo tiene una robusta estructura de votos, pero no cuenta con un plan de gobierno viable. Si acoge las ideas de la derecha, el choque de trenes puede ser desastroso, porque incrementará la polarización y anulará cualquier intento de unión nacional. Además, acoger las ideas del continuismo contradice su eslogan de cambio.
La solución es reprogramar a este Frankenstein populista, de cerebro (ideológico) vacío, que anda armado de un gran apoyo popular, con las ideas moderadas de la centro esperanza, que son reconocidas por ser un cambio sensato, con certidumbre de financiación y viabilidad de los métodos.
De lograrse, Rodolfo debe acoger integralmente el robusto y bien estructurado plan de gobierno de Fajardo, mientras tiene asegurados los votos del miedo y la desilusión.
Asimilando las propuestas de Fajardo, que no aporta votos pero si ideas serías, se mantiene la ruta del cambio con un programa estructurado y reconocido por ser viable. Además, se recogen apoyos del centro con representación en el Congreso (verdes, liberales y algo de la izquierda), para obtener mayor gobernabilidad, desmarcándose de la presión parlamentaria de la derecha radical y las élites tradicionales. Así, se le da una dirección estabilizadora de centro a la fuerza bruta del populismo cimentado sobre la desilusión y el miedo.
Tal vez, solo tal vez, haya un futuro en una propuesta de coalición entre el destructor populismo hueco, con las bien fundamentadas ideas moderadas que fueron mal divulgadas por unos líderes poco elocuentes. Con estas ideas hay esperanza de tener un Terminator bien "programado" para la unidad nacional en caso del eventual gobierno del presidente ingeniero.
¡Se puede!