El exembajador de Uruguay, Fernando Sanclemente, destapó sus cartas jurídicas en medio del juicio que comenzó en su contra por el laboratorio de droga que fue encontrado en su finca en Guasca, Cundinamarca. Según Sanclemente, todo fue hecho a sus espaldas y desde esa posición su abogado, Iván Cancino, montó toda la estrategia de defensa. Sanclemente fue acusado formalmente por la Fiscalía por los delitos de de destrucción, supresión u ocultamiento de material probatorio, pues según Laureano Martínez Cortés y Gustavo Bejarano, los mayordomos de su finca, aseguraron que Sanclemente les ordenó quemar pruebas claves, entre ellas, computadores, cuadernos, celulares, una tableta y memorias USB, para evitar que fueran aportadas al caso.
Sanclemente se declaró inocente de los cargos como lo acordó con Cancino, quien además ya logró que la Fiscalía tumbara los dos preacuerdos a los que había llegado con los testigos para que colaboraran con la justicia a cambio de información. Hasta el momento, a Sanclemente la estrategia le ha funcionado e incluso seguirá en libertad mientras avanza el juicio, pues la Fiscalía no pidió una orden de captura.
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