Decenas de viviendas inundadas, más de 150 familias damnificadas, personas que han tenido que salir a otros lugares donde han levantado improvisados albergues, cientos de hectáreas de cultivos arrasadas, miles de pastizales debajo de las aguas, perdida de animales; son apartes de la dramática situación que se vive en el municipio de Pueblo Nuevo (Córdoba). Hace 15 días el río San Jorge abrió una boca por el punto conocido como la Cantaleta. Lo más grave de la situación es que hasta hoy, la arteria fluvial, sigue vertiendo sus aguas como pedro por su casa, sin que se haya logrado la atención del gobierno nacional.
En el confronte de las responsabilidades, el director de la Corporación Autónoma, Regional de los Valles del Sinú y San Jorge – C.V.S, José Fernando Tirado Hernández, ha dicho que el tráfico que maquinaria, y la presencia de animales pastando en ese tramo, incidió en el debilitamiento de la tapa, que se suponía, era una obra definitiva construida con una millonaria inversión por parte de la autoridad ambiental hace aproximadamente 7 años.
El alcalde de Pueblo Nuevo, Ovidio Hoyos Paternina, al igual que el director de la oficina de Gestión de Riesgos de la gobernación de Córdoba, Fabán Lora, coinciden con las declaraciones de Tirado Hernández, las cuales contrastan con lo que dice la comunidad.
Rafael Eduardo, morador de la zona, dice que hubo decidía total por parte de las autoridades, y que por el contrario fueron los finqueros quienes unidos con la comunidad lucharon hasta el último minuto para que el río no se fuera. Manuel Acosta Guisao, asegura que ninguna persona que tenga intereses en esa región iba a permitir que hubiese una tragedia como esta; dice que ya van más de 150 familias damnificadas, 530 hectáreas de arroz perdida, 45 de maíz, 8 mil reses que han tenido que sacar, y 19 desaparecidas, 45 hectáreas de plátano, entre otras perdidas. “Después que hicieron la obra la olvidaron y jamás le hicieron mantenimiento”, indicó Acosta.
Por su parte Fernely Olivero, perdió su casa, y sus cultivos de pancoger, dice que tuvo que sacar su familia y que no sabe de qué va a vivir, por lo que pide al gobierno ayuda para salir adelante. Manuel del Cristo González Rivera, teme por el futuro incierto de su familia. “Se acabó el trabajo en las fincas, realmente no sé qué va a pasar”, aseguró.
Pudimos constatar que en el informe de gestión de gobierno del alcalde Ovidio Hoyos, con vigencia de 2016, destaca la inversión de $154.592.400 para el mejoramiento de vías en el sector, incluyendo La Cantaleta, con lo que se confirma y queda claro que este punto no simplemente era una tapa o un jarillón para contener el río, sino una vía obligada para que los finqueros y productores pudieran sacar sus productos. Lo preocupante es que la comunidad, afirma que en la obra no ha habido intervención alguna.
En estos momentos comunidades de los corregimientos como Nueva Esperanza, Cintura, El Porro, entre otros, aclaman la presencia del gobierno nacional.
