Somos 15 jóvenes líderes sociales y campesinos de los municipios San José del Fragua, Belén de los Andaquíes, Morelia y Florencia del departamento del Caquetá, que con el acompañamiento de profesionales de diversas disciplinas generamos desde el 11 de agosto del 2017 un espacio de investigación, acción y participación para construir conocimientos propios. Buscamos la creatividad social y la fuerza transformadora para el diseño de estrategias de conservación, restauración y gestión agroecológicas acordes con las características de los sistemas naturales, que permitan establecer la abundancia hídrica, productiva y alimentaria de nuestra región, además del buen vivir de nuestra gente.
Tras la socialización del proyecto de restauración ecológica en cada una de las comunidades, estas rescataron el liderazgo de algunas personas para hacer parte de un proceso del cual no sabíamos nada, tras una convocatoria el 12 agosto del 2017 en el instituto Sinchi. Desde ese momento el trabajo lo desarrollamos a través de intercambios veredales, donde se diseñaron herramientas pedagógicas y de investigación para entender los ecosistemas de nuestro territorio y se analizaron los problemas locales, los conflictos ambientales y los efectos en la vida de las comunidades. Esto lo hacemos comprendiendo nuestros ecosistemas, nuestro territorio y nuestra gente, rescatando así conocimientos de campesinos tradicionales, produciendo y difundiendo los conocimientos propios para la conservación y uso sustentable de la naturaleza.
Hemos logrado llegar a las escuelas itinerantes de restauración ecológica como sistema de transferencia de conocimiento en restauración ecológica y productiva. Cabe decir que la iniciativa nace porque nuestro campo caqueteño se envejeció y surgió la necesidad de incentivar a los jóvenes desde los colegios para promover la productividad del territorio.
Así mismo, se lograron acuerdos de conservación comunitarios de 46 hectáreas de bosque de nuestras fincas y estamos implementando 15 hectáreas de enriquecimiento forestal, 8,5 hectáreas de rondas hídricas, 24 de sistemas agroforestales y 7 hectáreas de corredores biológicos. Con nuestro diseño pedagógico logramos desarrollar 28 jornadas de capacitación con la participación de más de 1000 líderes, campesinos, productores, niños y niñas de nuestro territorio. Todo el proceso lo hicimos con el acompañamiento del Instituto Amazónico de Investigación Científica (Sinchi).
La escuela de científicos la vemos como una familia, donde los lazos que nos vinculan cada día son más fuertes. Además, somos un ejemplo de trabajo en equipo, logrando una experiencia de formación técnica y un espacio de empoderamiento territorial, lo cual nos impulsa a continuar aprendiendo sobre la naturaleza, los ecosistemas y especies nativas de la amazonia colombiana.
Queremos ampliarnos como escuela a otros municipios y ayudarnos de las juntas de acción comunal para diseñar áreas de conservación y poder generar una política de Estado.
