100 dólares es la cantidad que la psicóloga y sexóloga rusa Yekaterina Lyubimov cobra por impartir un curso intensivo que lleva por nombre: El Arte del Sexo Oral. En tres horas y media, Yekaterina expone 50 técnicas para mejorar la práctica. La escuela está exclusivamente dirigida a mujeres, novias, esposas o parejas quienes estén interesadas en practicar sexo oral.
El practicar sexo oral oral implica una capacidad permisiva más amplia en la pareja, lo que conlleva una vida sexual más plena, sobre todo para las mujeres, quienes ante el sexo se inhiben y su desempeño, en algunos casos, se ve opacado por la “vergüenza”, la que muchas veces está vinculada a la percepción que cada una tiene de sí misma.
En países como Brasil y Estados Unidos ya existen escuelas para practicar sexo oral, aunque en el país carioca las asistentes, en su mayoría, son mujeres dedicadas a la prostitución.
Entre los beneficios de hacer sexo oral está el que previene el cáncer de mama. Las proteínas y enzimas del semen disminuyen los riesgos de padecer esta enfermedad.
Ayuda a controlar la eyaculación precoz, ya que en el sexo oral la satisfacción no depende de la erección.
El sexo oral prolonga la vida sexual de las personas y es útil para quienes padecen discapacidades.
Pero no todo son beneficios, a través del sexo oral se transmiten enfermedades. Mediante el contacto bucogenital se pueden transmitir enfermedades como la hepatitis B, sífilis, gonorrea y herpes. “Cada una tiene posibilidades de transmisión distintas según las características del agente transmisor, y de las condiciones de las personas”.