Pretender utilizar el poder para inventarse lo que sea, queriendo obligar a la gente a hacer lo que el pensamiento del controlador cree que puede hacer, es muy difícil.
El coronavirus ha demostrado que es un virus sin control, que se mete en el lugar que decida y que no se ha dejado controlar de nadie.
Como un buen guerrerista, el COVID-19 se mantiene proponiendo estrategias nuevas para vencer al contendor y está demostrando que no se dejará de nadie, a menos que los controlados ayuden a controlar la epidemia, pero de una forma voluntaria y con el deseo de acabar como sea con lo que vivimos y nos produce hambre.
¿Tendrán los controladores que colocar una cifra millonaria de recompensa para que los controlados denuncien adonde está oculto el enemigo virus? ¿Será una forma de encontrar al virus y derrotarlo o apresarlo?
En Bogotá, la controladora ahora cree (con una forma de controlar a un pueblo que es incontrolable por varias razones) que con una forma de registrarse la gente (como en las épocas hitlerianas o las peores dictaduras) tiene que anotarse y decir qué hará, para dónde irá, que comerá, etcétera.
Los controladores deben hasta multar a los controlados. ¿Se inventarán otra multa (que no se sabe cómo la van a cobrar y como la pagará el que está sin dinero, ni comida)?, ¿las autoridades seguirán haciendo de los actores malos, que serán expuestos públicamente por controlar a los incontrolables?
Igual está pasando en todas partes de Colombia, en donde los controladores ejercen el control violando los derechos humanos de quienes tienen derechos para no dejar que los controlados decidan voluntariamente.
La alternativa para los controladores es permitir que sean los controlados quienes quieran controlar al virus incontrolable Es bueno que el controlador recuerde que el incontrolable está lleno de libertades y no va a permitir que se las quiten. ¿Los controlados seguirán buscando su comida para no morir de hambre, mientras los controladores los quieren someter al control como sea?
No es una burla, es una verdad que terminará en la perdida de mucho dinero que nadie puede controlar porque la corrupción es incontrolable.
