La pandemia del coronavirus llegó a un punto crítico esta semana en Latinoamérica, con cifras alarmantes en Brasil y un aumento de los casos en Chile, al tiempo que varios países de Europa han aprobado un tímido desconfinamiento tras semanas de cuarentena estricta.
Luego de poner en jaque las economías de Asia y Europa, el coronavirus sigue su avance mortífero por el mundo y ahora ha escogido residencia en América Latina, donde amenaza con provocar el colapso de los sistemas de salud.
La situación es particularmente preocupante en Brasil, país que podría convertirse dentro de poco en el nuevo epicentro de la pandemia, detrás de Estados Unidos. En el gigante latinoamericano, se han registrado hasta 11.000 nuevos contagios por día, para un total de casi 200.000 casos y más de 13.000 muertos. Cifras que no han hecho cambiar la política del ultraderechista Jair Bolsonaro, cuya falta de estrategia frente a la epidemia ha sido duramente criticada.
De su lado, el vecino Perú contabiliza 76.306 contagios y 2.169 fallecidos, seguido de México, con 38.324 casos y 3.926 muertos.
A diferencia de Asia y Europa cuyos sistemas sanitarios pudieron resistir a la epidemia no sin dificultades, las deficiencias aún mayores de los sistemas de salud latinoamericanos amenaza con agravar la crisis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el martes que los sistemas sanitarios de Rio de Janeiro y de Lima, por ejemplo, están al límite. El miércoles médicos y enfermeras protestaron en varias ciudades peruanas para denunciar la falta de material de protección.
Por su parte, Chile y Guatemala anunciaron medidas de confinamiento de su población. En Santiago, las autoridades decretaron la cuarentena luego de un aumento del 60% de los contagios, que suman más de 34.000 casos y 346 muertes. En Guatemala, el presidente Alejandro Gianmattei anunció el jueves la aplicación de cuatros días de cuarentena la semana próxima, en un intento por contener la propagación del virus, que ha dejado 1518 infectados y 29 muertos en el país centroamericano.
En México, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, quien fue muy criticado por su laxismo frente a la epidemia, anunció la reanudación de las actividades en los departamentos que presentan muy pocos casos.
UE sale del túnel y busca rescatar la vacaciones
En el continente europeo, la crisis no ha quedado atrás aún, pero se avizora una luz al final del túnel. Países como Francia, Suiza o Bélgica, iniciaron el desconfinamiento progresivo de la población, más flexible en las zonas con menos presencia del virus y donde los hospitales están menos saturados. En París y la región capital, la situación de alarma roja se mantiene, pero se han hecho algunas concesiones, como la apertura de los comercios y los pequeños establecimientos culturales, así como la reanudación parcial de la educación primaria. Pero los bares y restaurantes seguirán cerrados hasta por lo menos mediados junio.
La Comisión Europea urgió el miércoles a un retorno progresivo del turismo, para tratar de salvar la campaña estival. El turismo representa más del 10% del PIB del bloque y de mantenerse las restricciones, estarían peligrando cientos de miles de empleos directamente ligados a este sector.
Esta semana, el gobierno francés decidió un plan masivo de rescate del turismo, de un monto de 18.000 millones de euros. El Primer ministro, Edouard Philippe aseguró que los franceses podrán irse de vacaciones en julio y agosto, pero dentro del territorio nacional. De su lado, Austria y Alemania anunciaron que prevén restablecer la libre circulación en su frontera común, cerrada desde mediados de marzo.
Artículo publicado originalmente en Radio Francia Internacional.