Tres días después de que el No se impusiera inesperadamente en el Referendo, Juan Carlos Velez Uribe, gerente de la campaña opositora a los acuerdos de La Habana, le dio esta entrevista al Diario La República. Por afirmaciones como “En la Costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela” o “nos dijeron que la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación” la magistrada del Consejo Superior, Lucy Jeanette Bermúdez considera que la campaña es fraudulenta y que es necesaria una nueva consulta popular.
¿Cuál fue su reacción con los resultados del domingo?
No nos imaginamos que ganaríamos. El país ha caído en un error que le ha quitado credibilidad a la política y es creer en encuestas. Esa diferencia tan abismal entre el sí y el no que arrojaban las mediciones, me generaba problemas como gerente para conseguir dinero. De hecho, esas mismas encuestas le hicieron mucho daño al Gobierno que se llenó de optimismo y de triunfalismos . Empezamos a notar un No avergonzante. Por ejemplo, los miembros de la junta de la Andi decían que iban a votar por el Sí pero realmente muchos iban por el No.
La campaña del Sí fue basada en la esperanza de un nuevo país, ¿cuál fue el mensaje de ustedes?
La indignación. Estábamos buscando que la gente saliera a votar verraca.
¿Cómo fue la estrategia?
Descubrimos el poder viral de las redes sociales. Por ejemplo, en una visita a Apartadó, Antioquia, un concejal me pasó una imagen de Santos y ‘Timochenko’ con un mensaje de por qué se le iba a dar dinero a los guerrilleros si el país estaba en la olla. Yo la publiqué en mi Facebook y al sábado pasado tenía 130.000 compartidos con un alcance de seis millones de personas.
Hicimos una etapa inicial de reactivar toda la estructura del Centro Democrático en las regiones repartiendo volantes en las ciudades. Unos estrategas de Panamá y Brasil nos dijeron que la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación. En emisoras de estratos medios y altos nos basamos en la no impunidad, la elegibilidad y la reforma tributaria, mientras en las emisoras de estratos bajos nos enfocamos en subsidios. En cuanto al segmento en cada región utilizamos sus respectivos acentos. En la Costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela. Y aquí el No ganó sin pagar un peso. En ocho municipios del Cauca pasamos propaganda por radio la noche del sábado centrada en víctimas.
¿Con cuánto dinero se hizo la campaña?
Fue una campaña hecha con las uñas. En el partido del Centro Democrático y en la corporación que creamos ‘La paz es de todos’ logramos recaudar $1.300 millones, principalmente de 30 empresas y 30 personas naturales. Fue muy difícil conseguir respaldo y los bancos no estaban preparados. Sin embargo, el No fue la campaña más barata y efectiva en mucho tiempo. Su costo-beneficio es muy alto.
¿Cuál es el Top 5 de empresas que más aportaron?
Organización Ardila Lülle, Grupo Bolívar, Grupo Uribe, Codiscos, y Corbeta.
¿Cuál fue su reacción con los resultados del domingo?
No nos imaginamos que ganaríamos. El país ha caído en un error que le ha quitado credibilidad a la política y es creer en encuestas. Esa diferencia tan abismal entre el sí y el no que arrojaban las mediciones, me generaba problemas como gerente para conseguir dinero. De hecho, esas mismas encuestas le hicieron mucho daño al Gobierno que se llenó de optimismo y de triunfalismos . Empezamos a notar un No avergonzante. Por ejemplo, los miembros de la junta de la Andi decían que iban a votar por el Sí pero realmente muchos iban por el No.
La campaña del Sí fue basada en la esperanza de un nuevo país, ¿cuál fue el mensaje de ustedes?
La indignación. Estábamos buscando que la gente saliera a votar verraca.
¿Cómo fue la estrategia?
Descubrimos el poder viral de las redes sociales. Por ejemplo, en una visita a Apartadó, Antioquia, un concejal me pasó una imagen de Santos y ‘Timochenko’ con un mensaje de por qué se le iba a dar dinero a los guerrilleros si el país estaba en la olla. Yo la publiqué en mi Facebook y al sábado pasado tenía 130.000 compartidos con un alcance de seis millones de personas.
Hicimos una etapa inicial de reactivar toda la estructura del Centro Democrático en las regiones repartiendo volantes en las ciudades. Unos estrategas de Panamá y Brasil nos dijeron que la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación. En emisoras de estratos medios y altos nos basamos en la no impunidad, la elegibilidad y la reforma tributaria, mientras en las emisoras de estratos bajos nos enfocamos en subsidios. En cuanto al segmento en cada región utilizamos sus respectivos acentos. En la Costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela. Y aquí el No ganó sin pagar un peso. En ocho municipios del Cauca pasamos propaganda por radio la noche del sábado centrada en víctimas.
¿Con cuánto dinero se hizo la campaña?
Fue una campaña hecha con las uñas. En el partido del Centro Democrático y en la corporación que creamos ‘La paz es de todos’ logramos recaudar $1.300 millones, principalmente de 30 empresas y 30 personas naturales. Fue muy difícil conseguir respaldo y los bancos no estaban preparados. Sin embargo, el No fue la campaña más barata y efectiva en mucho tiempo. Su costo-beneficio es muy alto.
¿Cuál es el Top 5 de empresas que más aportaron?
Organización Ardila Lülle, Grupo Bolívar, Grupo Uribe, Codiscos, y Corbeta.
¿Por qué tergiversaron mensajes para hacer campaña?
Fue lo mismo que hicieron los del Sí.
¿Cómo percibió la victoria del Sí en zonas afectadas por el conflicto?
Es muy relativo porque hay muchas de esas zonas influenciadas por la izquierda. Aunque el No ganó en una zona como lo es el oriente antioqueño.
Se ha criticado que el Centro Democrático no tenía Plan B para una renegociación, ¿puntualmente cuáles son las propuestas?
Hemos presentado 68 objeciones, especialmente relacionados con la política de narcotráfico, elegibilidad y justicia.
Va a empezar una pelea dura para la dirección del Centro Democrático, ¿se ve en ese puesto?
Todavía no aspiro a la dirección, he pasado a la reserva del Centro Democrático preparándome para las próximas batallas.
*Retomado del Diario LaRepublica.co
Por: Juliana Ramírez, editada por: Vanessa Pérez.
Publicada originalmente el 5 de octubre de 2016