Hay varios factores por los cuales la Selección Colombia todavía tiene embolatada su clasificación al mundial de Catar 2022, y uno de ellos es la falta de jugadores de élite que estén destacando en los mejores equipos del mundo.
La crisis es tal que el mejor delantero en esta nueva era ha sido Miguel Borja. El nuevo refuerzo del Junior de Barranquilla explotó en aquel año 2016 donde fue el goleador de liga con el Cortuluá y luego fue decisivo para que Nacional ganara su segunda Copa Libertadores.
Producto de ese maravilloso año, el cordobés fue comprado por el Palmeiras donde llegó encendido pero poco a poco su chispa se fue apagando hasta ser apartado por los técnicos del equipo brasileño.
Palmeiras lo prestó al Junior donde tuvo un muy buen año que nuevamente lo catapultó a la liga brasileña pero ahora con Gremio, otra vez prestado por Palmeiras.
Mientras Borja se iba a la B con Gremio, el equipo dueño de su pase ganaba por segundo año consecutivo la Libertadores y el colombiano no entra en sus planes, por lo que le buscaron salida vendiéndolo al Junior de Barranquilla.
¡Estoy feliz! Mañana concretamos ante el Palmeiras la compra y retorno al @JuniorClubSA de @MiguelABorja9, ¡el buen hijo vuelve a casa! Aquí te esperamos para que sigas llenándonos de muchas alegrías y goles. ¡Vamos tiburón! 🦈🔴⚪️ pic.twitter.com/Z4jC9xZbrq
— Alejandro Char (@AlejandroChar) December 23, 2021
Los Char y su idea de reforzarse con jugadores de nivel de cara a las próximas elecciones, no tuvieron problema en desembolsar más de 4 millones de dólares al Palmeiras, que se deshace de un jugador que les sobra y ya no saben qué más hacer con él. Borja llegó a Brasil gracias a su maravilloso 2016 y luego de eso se le apagó la chispa. Palmeiras compró a un goleador que pensaban vender a Europa pronto y la jugada les salió al revés, teniendo que deshacerse de él por una cifra menor a la que lo compraron originalmente.