Hace años, una familia quindiana decidió montar un puesto de hamburguesas que se llamara Mc Niko. Es posible que entendieran que había un parecido entre su nombre con el de una multinacional mundialmente reconocida, pero también que no conocieran a fondo la ley de derechos de autor y que no supieran que aun estando ubicados en un departamento del Eje Cafetero que ni siquiera tiene sucursales de McDonalds, su nombre podría traerles problemas.
De acuerdo a lo explicado en el programa La Ruta Podcast, sus creadores simplemente juntaron la M de su apellido Manrique, con la C de Camilo (uno de los hermanos) y Niko, en referencia al otro integrante de la familia involucrado en el proyecto. Pero en Mc Donalds, ni conocían estos argumentos, ni les importaron.
Al principio enviaron un requerimiento, obligando a que los hermanos se deshicieran del nombre en un periodo de ocho días. Lo más brutal es que no sólo pretendían que ellos se deshicieran de la primera parte del nombre, sino también del Niko; argumentando que ya existía un reconocimiento de marca.
Ahora se llaman Niko Burger, pero no fue fácil dar la pelea y de no haberse puesto las pilas los creadores de este emprendimiento podrían haberse quedado sin la totalidad del nombre que los representa.
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¿Cómo hicieron los empresarios quindianos para darle la batalla al gigante McDonalds?
El primer paso que dieron los dueños del entonces Mc Niko (ahora llamado Niko Burguer) fue conseguir abogados. Los jóvenes llegaron a una conclusión simple y certera: Si Mc Donalds nos está requiriendo es porque somos relevantes para ellos y cómo el gigante de las hamburguesas estaba buscando tumbar todo su nombre completo, a ellos no les quedó otra opción que dar la pelea.
Según cuentan los empresarios en el podcast, el nombre Mc de Mc Donalds está registrado en todos los rubros disponibles, hasta el de ferretería. Entonces, ellos buscan solucionar el problema y registrar su nombre y la Superintendencia de Industria y Comercio sí les acepta el nombre Mc Niko. Pero Mc Donalds contraataca.
La gigante de las hamburguesas hace una oposición al registro de marca, pero entonces los chicos fueron astutos y buscaron resolver la pelea conservando la parte Niko del nombre. Con ese solo nombre, ellos podrían conservar parte de su imagen. Además, lo que más le preocupaba a Mc Donalds era la raíz del nombre y no su terminación.
En un país, y en un continente, donde los pleitos legales pueden ser dolores de cabeza que se extienden por años, no es poca cosa decir que una pequeña empresa quindiana se vió amenazada por una de las empresas que más dinero factura en el negocio de las comidas rápidas a nivel mundial y que, por lo menos, pudieron decirles: No queridos. Nuestra marca, nuestro trabajo y nuestro esfuerzo también valen.
