Aunque en el mercado textil en Colombia hay marcas tan importantes como PatPrimo o Seven Seven, en los últimos años se han venido colando nombres como los de Carmel, Pacifika y Loguin. A diferencia de las primeras, que tienen sus puntos de venta en físico, estos sellos se han caracterizado por inclinarse hacía las ventas por catálogo, cubriendo una gran zona del país. Muchos creen que las tres revistas son compañías independientes, pero lo cierto es que, junto a otras marcas de moda, pertenecen a la misma empresa matriz, Línea Directa S.A.S., una compañía que lleva 25 años en el mercado.
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Un proyecto de grado, el que dio inicio a Línea Directa
La historia de Línea Directa S.A.S., también conocida como Internacional de Distribuciones de Vestuario de Moda, inició en 1997 en Medellín. Allí, dos empresarios de la región, decidieron realizar como proyecto de grado la conformación de una empresa que se enfocara en el desarrollo de las mujeres cabezas de familia, dándoles la facilidad de trabajar de manera independiente y de generar ingresos para sus hogares. Para ello, tomaron un modelo de ventas por catálogo, que finalmente se convertiría en Línea Directa.
La primera marca que lanzó la compañía se llamó Carmel, sello que hasta el día de hoy sigue vendiéndose en el país. Su inauguración se hizo en 1998, después de que Línea Directa tuviera una buena acogida en el mercado de la ropa interior femenina en Medellín. Con la idea de ampliar su portafolio, decidieron empezar a producir pijamas, accesorios de fantasía, zapatos, relojes y otros productos para mujer, y los empezaron a comercializar a través de Carmel, su nuevo catálogo, lo que los llevó a ampliar su zona de mercado llegando a Pereira y alguna zonas de la región atlántica.
Desde ese momento, el crecimiento de Línea Directa fue exponencial, y rápidamente empezó a llegar a otros lugares de Colombia. Iniciando el milenio, comenzó con la producción de su línea de ropa ejecutiva y también creó una línea de jeans femeninos. Para 2002, la empresa ya tenía presencia en 16 zonas del país y, con su catálogo Carmel, logró generar trabajo para decenas de mujeres cabeza de hogar, que obtenían ganancias por medio de las ventas.
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De la 'bancarrota' a ser la empresa insignia de ventas por catálogo en Colombia
Aún así, 2005 fue un año en el que la compañía casi firma su bancarrota. Después de problemas económicos, tanto Zuluaga como Clavijo tuvieron que vender el 30% de las acciones de la compañía y hacer una reestructuración que conllevó en la disminución de la cantidad de productos ofrecidos en los catálogos y también en la reducción de los salarios de algunos directivos y empleados. Línea Directa logró sobrevivir gracias a una inyección económica y, como un ave fénix, resurgió de las cenizas para convertirse en la reina de las ventas por catálogo en Colombia.
Con la reestructuración, Carmel siguió siendo la marca insignia de la empresa, pero también crearon otros catálogos para otros públicos. En 2013, dieron inauguración a Pacifika, revista enfocada en el público juvenil, pero además, también añadieron a otras reconocidas marcas a su familia, como lo son Loguin, Yerbabuena, Real Human y Likeme, todas ellas dedicadas a la venta de ropa. Fue tal la reinvención de Línea Directa tras su crisis, que en la actualidad es una de las empresas líderes en el sector textil en Colombia. Tiene presencia en más de 300 zonas del país y en 2022 llegó a vender 1,4 billones de pesos, superando a Crystal, Permoda o Pash.
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¿Cómo funciona el modelo de negocio de Línea Directa S.A.S.?
El modelo de negocio de Línea Directa se basa en las ventas por catálogo. Estas funcionan por medio de las Jefes de zona, que son las encargadas de manejar a un número determinado de vendedoras que residen en un mismo lugar. Estas vendedoras ofrecen los productos a través de las revistas y, por fechas establecidas, realizan los pedidos de manera presencial o a través de página web. La compañía maneja dos tipos de valor, el que aparece en la revista y el que aparece en la factura. La diferencia entre esos dos montos es el que recibe la vendedora, que siempre es del 25%. Así mismo, conforme a los objetivos logrados, las asesoras pueden obtener premios y escalar posiciones en la empresa.
