Tema recurrente en los últimos días. Todo el mundo se pronuncia, todos tienen algo para decir —casi siempre malo o en contra—, pero pocos, tal vez ninguno, se han sentado a revisar qué supone el gesto de haber abierto la puerta y cómo se podría aprovechar la oportunidad para dar un debate interesante y prepositivo alejado de las prevenciones que se advierten en cada intervención.
Ojo que no es fácil "salir de clóset" con estos temas, pues proponer cualquier alteración en la dinámica propia del aparato estatal y además cuando esta crea nuevos cargos, o nuevas fuentes de ordenamiento de gasto, generará siempre suspicacias, pues ya se volvió la norma dudar, pensar mal y anticipar lo peor.
Tal vez por eso este tema suscita tanta controversia y abre la puerta a todo tipo de interpretaciones, algunas bastante precoces y carentes de argumentos. Pero primero debemos entender que, el alumbrado público de Pereira es de responsabilidad del municipio, tanto su infraestructura como su operación. Sin embargo, en el imaginario colectivo yace que es la empresa Energía de Pereira, que opera y presta el servicio, y en efecto así fue hasta hace poco cuando esa figura empezó a cambiar.
En resumen y para entrar en materia. La infraestructura de alumbrado público de Pereira es de propiedad del municipio, el municipio mediante invitación pública busca quien opere, recaude, repare y haga mantenimiento al sistema, por años ha sido Energía de Pereira el operador, pero la ley no prohíbe que lo pueda hacer otra empresa.
Ahora bien, el alcalde de Pereira plantea la creación de una nueva empresa de servicios públicos para que sea esta quien: opere, recaude, repare y mantenga el sistema. Además, esta figura iniciará el proceso de reconversión tecnológica que requiere el sistema y podrá desarrollar otras actividades propias de la generación y desarrollo de negocios en torno al tema energético, para lo cual requiere de un socio privado con capacidad de inversión.
Esto podría suponer montarle competencia al socio, Energía de Pereira. Pero, ni la empresa de Energía de Pereira lo debería ver así, ni el municipio se debería quedar tan corto en el alcance de esta nueva empresa. En primera instancia debemos recordar que, la Empresa de Energía de Pereira es el operador de la red local, lo cual supone en sí mismo un monopolio sobre el negocio, con barreras de entrada tanto jurídicas como financieras muy difíciles de atravesar.
En lo que respecta al municipio, creo que un socio privado resulta en el punto de honor que no permite que este proyecto avance, y tienen razón quienes dicen que no debería ser así, sin embargo, no plantean una solución alternativa. En ese orden de ideas yo si quisiera plantear una.
Si bien el gran malestar que generó esta noticia radica en el hecho de tener que buscar un inversionista privado, el cual solo debería invertir 500 millones de pesos para hacerse al control de la empresa; una cifra que resulta irrisoria, y peca la administración al no advertir que ese inversionista también deberá facilitar el apalancamiento que requiere el reemplazo de las luminarias y demás equipos que se requieren para la actualización tecnológica, pues vía tarifa supondría un incremento de la misma y el palo no está para cucharas.
En ese orden de ideas y si el tema es buscar un socio con capacidad financiera y capacidad de endeudamiento, pues la cosa se pone fácil si buscamos dentro la misma administración. Valga la pena la siguiente aclaración; voy a omitir a la empresa de Energía de Pereira, quien creería uno sería el socio ideal, pero con el ánimo de ampliar en análisis y el debate, la omitiré como candidata.
En ese orden de ideas, solo bastaría con ampliar el objeto social de la entidad que se pretende crear e incluir alcances como podrían ser los que conduzcan a garantizar la seguridad hídrica, la venta en bloque de agua a municipios aledaños y, por qué no, propender por la regionalización de los acueductos rurales, de esa forma una empresa netamente de los pereiranos como es Aguas y Aguas de Pereira podría ser ese socio que está buscando.
Resulta que Aguas y Aguas no solo cuenta con calificación de riesgo de inversión con grado AAA, también cuanta con acceso a créditos con tasa apalancada y además, tiene la capacidad de emitir bonos verdes en el mercado de capitales. Lo anterior supone que esta empresa no solo estaría en capacidad de ser el socio, también está en capacidad de asumir el apalancamiento que el modelo requiere. A eso súmele su capacidad instalada en términos de recurso humano e infraestructura, lo cual la hace un candidato perfecto.
Esa es mi propuesta. Aprovechemos el momento, el tema ya está sobre la mesa y el concejo deberá dar el debate; demos entonces un debate alternativo y constructivo, un debate que muestre que tenemos gente inteligente en todas partes, y no solo aspirantes a candidatos, pueriles, desinformados y desesperados.
Pereira debe estar primero.
