De nuevo el país se vio conmocionado por un suceso de crueldad, incertidumbre y asombro, la explosión en el Centro Comercial Andino es otro capítulo oscuro en la continua e inentendible violencia que se vive en Colombia. Sin embargo, lo que más marcó la noticia no fue el suceso en sí, sino la generación de noticias amarillistas e imprudentes que solo buscaban mediatización rápida y fría.
Fueron muchos lo trinos de comentarios agresivos, especulativos y con tintes de generar polémicas en medio de un caos lleno de dolor y tristeza, pero, como es costumbre, la vida continua y las soluciones no llegan, al contrario, es fácil ver en los rostros de los ciudadanos confusión y miedo, porque no saben qué hacer ante estas situaciones, y lo peor es que esa incertidumbre aumenta con éste tipo de noticias que causan pánico entre las personas.
El amarillismo se está convirtiendo en el arma más usada para hacer mediatización barata, ya sea usada por políticos, medios de comunicación o personas del común, es la forma de ganar rating, likes, seguidores, importancia, y todo a costa de un dolor ajeno. Poner fotos de cadáveres, entrevistar en el momento a los familiares que lucen conmocionados y acongojados, tirar al aire teorías sin sentido, todo esto pasa y no solo con el suceso en Andino, sino con las situaciones en general que pasan en el país.
El manejo de las noticias para el suceso en el Centro Comercial Andino en Bogotá el día sábado 17 de junio en, es la clara evidencia de cómo se maneja la información hoy en día, es evidente la falta de tacto y respeto para informar siendo notable un desagradable principio: El miedo como herramienta para dominar.
Pero, ¿cómo se debe actuar en estos casos? Hay una delgada línea, la de informar y la transgredir, esa línea se respeta y se cuida con la empatía. La empatía es ponerme en los zapatos del otro, pensar que no me gustaría ver mi nombre y el de mis seres queridos manipulado y manoseado por una serie de personas que solo buscan una fama efímera.
Para conseguir empatía, lo primero es tener claro un discurso personal, desgraciadamente es evidente que con tal de ser vistos las personas dejan de lado sus valores y creencias, cambian lo que piensan por lo que Andy Warhol predicó: tener 15 minutos de fama. La lealtad hacia el ser, está en el pensamiento y la acción. Hoy es fácil publicar y crear información sin sentido, lo cual tiene como eje el egocentrismo, porque desafortunadamente esos deseos individuales pesan tanto que nos aleja de construir una sociedad igualitaria y conglomerada hacia un mismo fin.
Lo que sucede con la fama es el discurso que se usa, y ahora es fácil dejar de lado los valores y cambiarlos con tan solo pensarlo y querer que sé es único.
El método de información se puede discutir, y hasta aceptar dependiendo del grado de moralidad que se le ponga a determinadas acciones, el problema parte cuando se cambia el discurso, (entiéndase el discurso: como la razón de ser y la base de las acciones que realizamos) y dejar de lado la empatía para figurar, sin medir dolor, y hasta creyéndose invulnerable.
La solución a la dinámica que se presenta hoy en día es la empatía, es la mejor forma de entender y recuperar lo mejor de nuestro ser. Informar es algo que se necesita para entender nuestro entorno, lo importante es no traicionar su lealtad a su propio ser, para ponerlo en términos más castizos: no venderse por cualquier cosa.
Y es que ante la falta de personajes que simbolicen y representen en un estado puro lo que es informar con buenos valores, es difícil comunicar sin ofender. Mi consejo en esta situación es dejar a un lado el tono sarcástico y dejar de creer que se tiene la razón absoluta sobre algo. Sí bien la información y el avance tecnológico nos ha ayudado a cortar brechas y tener todo el conocimiento en la mano, lo mejor en estos casos es eliminar la arrogancia, tener humildad y saber decir las cosas para no ofender a quienes nos rodean.
Espero estas palabras sirvan de regocijo para aquel que tiene dudas sobre el actual momento del mundo, si usted es de aquellos que se despierta con pánico al ver tantas desgracias juntas y en tan poco espacio de tiempo, si usted es de las personas que siente que el país, la ciudad, el barrio, se convierten en una bomba de tiempo y no tiene respuestas, es más, solo tiene dudas, aplique a su sano juicio, use la empatía, y verá como el mundo se torna en un color más claro y crítico. Ser empático no es sinónimo de ingenuo, no, es adjetivo de poder y de entender a los demás para no juzgar sino simplemente tolerar. Si todos nos toleramos, vamos a respetar los espacios y así se generará una cadena de sucesos que respalden su buen vivir con su entorno.
Leer es resistir.
