En días oscuros, aciagos, las sombras de la humanidad atacan con fuerza las almas: la envida, el miedo, se apoderan de los ojos y de los corazones de los hombres que caminan con pasos inseguros ante la incertidumbre de las horas. Es en estos días, días donde toda esperanza parece pérdida, donde debemos, con voluntad, con esfuerzo, mostrar que la historia de la humanidad no solo está hecha de sangre y lágrimas, sino de sacrificio, de amor y de esperanza.
En días oscuros es necesario parar un instante y reflexionar: el egoísmo puede acabar con la humanidad en tiempos de tormenta, pero ante el temor primitivo solo la empatía, el amor al prójimo, puede hacerle frente a la tempestad que corre hacia nosotros ciegamente.
Ante la universalidad del dolor, que no distingue credos, partidos políticos, razas, es fundamental hermanarnos y evitar que todos aquellos que pueden sufrir, sufran en exceso, no existe una mejor definición de empatía. Luchar para que aquellos, que sufren y lloran, encuentren caminos y alternativas para que su llanto cese y puedan encontrar un rumbo diferente al desierto que afrontan a diario.
Por tal razón, ahora que existe tiempo para planear una estrategia de lucha contra el coronavirus es importante que desde la alcaldía de Bogotá se conforme un grupo de voluntarios, personas que no se encuentren en los grupos de riesgo, para que colaboren con las difíciles tareas que asoman en el horizonte de los próximos días. Tareas como:
1. Ayuda a personas desfavorecidas que por sus pocos recursos puedan verse perjudicadas en la consecución de su alimento diario
2. Ayudar a personas mayores solitarias que no puedan salir, debido al alto contagio de la enfermedad, a realizar las diligencias o a comprar los elementos necesarios para sobrevivir durante la cuarentena.
3. Observar posibles contagios, teniendo los equipamientos necesarios, para poder informar a tiempo a las autoridades pertinentes.
4. Repartir víveres a familias que puedan requerirlo con urgencia.
5. Informar sobre brotes de violencia que pueden presentarse durante esta temporada nunca antes vivida en nuestro país.
Y muchas tareas más que pueden ser requeridas durante la cuarentena.
De ahí que, con todo el respeto, y dispuesto a ayudar, como sé que muchos lo harán, solicito a la alcaldía, contribuya con la creación de una canal de organización para que los que puedan colaborar, y deseen hacerlo, puedan contribuir a mitigar en algo el dolor que muchos deberán vivir debido a la incertidumbre creciente que se abre en esta dura prueba.
Muchas manos bien empleadas, y con las precauciones necesarias, pueden apoyar en la titánica lucha que debemos enfrentar.
Quiero finalizar con unas palabras de Ernesto Sábato apropiadas para este momento: “Pero hay algo que no falla y es la convicción de que —únicamente— los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana."
