La empantanada de la paz no se debe a Uribe
Opinión

La empantanada de la paz no se debe a Uribe

Por:
abril 22, 2015
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Si así fuera estaríamos en que el lograrla dependería del expresidente; o de que si el quiere se hace y si no, no. Eso a todas luces es errado. Pero por más de una razón:

Se ha dicho que un problema bien diagnosticado está en un 90 % solucionado; igual un error en la apreciación de un problema lleva a que haya inmensas posibilidades de que no se supere.

Por eso es indispensable acertar en ese análisis previo, o por lo menos solo después de establecerlo se puede empezar a debatir sobre posibles conclusiones.

Los dirigentes de las Farc y el gobierno Santos se sentaron a la mesa después de un año de conversaciones preliminares, es decir cuando entendieron que ambos estaban interesados en lo mismo y esto era firmar un documento que se presentaría como 'acuerdo de paz'.

Lo que se llaman 'negociaciones' son la búsqueda de un trámite que permita ser aceptado por las dos partes que representan. El nudo o nuez de la negociación ha sido siempre y únicamente si se trata de un acuerdo con una insurgencia armada o de una rendición de la guerrilla; y derivado de esto, el cómo se tramita para darle la legitimidad de la aprobación por la población. Ni es un  'proceso de paz', ni en forma determinante involucra aspectos diferentes a la cesación de hostilidades.

Por eso todos los aspectos sobre las zonas de reserva campesina, o el desminado, o los proyectos y promesas sobre lo que se va a desarrollar como programas, o el abandono de la actividad del narcotráfico, etc., son solo puntos anecdóticos. Las zonas campesinas ya existían; el desminado es un imperativo hacerlo con quienes pusieron las minas; los programas son los que tiene que hacer el gobierno en cualquier caso; mal se puede pensar que se pueda hablar de un acuerdo que acepte que quede la estructura organizativa de esa otra actividad delictiva; en fin, ni en eso había desacuerdo ni de eso podía depender el resultado de las 'conversaciones'.

La reciente masacre del Cauca no cambia esa realidad. Igual que demuestra que nada de lo 'pactado' antes es relevante. Lo que si puede es presionar esa definición... y lo malo es que parece que tiende a inclinarla del lado malo (volver a la definición por las armas).

Lo que se necesita —no para llegar a la Paz pero sí para poder enrumbarnos hacia ella comenzando a cambiar las condiciones que despertaron esa insurgencia—  es hacer entender a quienes esperan una rendición y aspiran a que los alzados en armas acepten el trato de delincuentes comunes no es posible. Que la justicia transicional lo que busca es justamente crear unas reglas transitorias que permitan manejar esa situación sin que ninguna de las dos partes tenga que renunciar a su versión de la realidad.

La derrota política ha sido abrumadora (ya prácticamente nadie ni interna ni internacionalmente simpatiza con esos grupos) y la militar llegó hasta donde puede llegar. La guerrilla como entidad y sus miembros como individuos no pueden creer que luchan por algo futuro; solo les queda justificar el pasado y buscar salvar algo en el presente inmediato.

En cuanto esa dirigencia —es decir a los mandos que toman las decisiones y constituyen la estructura de la organización— pensar que acepten desaparecer, y que la historia de su vida y de su lucha quede reducida a que son unos terroristas que lograron la magnanimidad del Estado es iluso. Que paguen cárcel como delincuentes y que renuncien a participar en la arena electoral y política es utópico. Antes que resignarse a eso mejor opción sería desaparecer (o al menos intentarlo) iniciando una vida en cualquier otra parte bajo otra personalidad.

En cuanto a la tropa y al tema de la Paz, para la inmensa mayoría de ellos es un tema inexistente como lo es la supuesta lucha por la 'toma del poder'. Las razones por las cuales están en esas filas son prácticamente siempre ajenas a eso: es la falta de alternativas que los llevó a convertirse en desempleados armados, o la espiral de la violencia que los lleva buscar venganza, o el encontrarse en una región donde es imposible no afiliarse a la facción dominante. Es la misma condición que compartieron en alguna forma los paramilitares y hasta cierto punto también quienes se convierten en soldados profesionales. Hay poco de razones ideológicas o idealistas y por eso tanto 'transfuguismo' de individuos que pasan de unas filas a las otras. Es simplemente una 'solución de vida'.

Y por eso el acuerdo o la desaparición de las Farc como rótulo y como organización guerrillera redundará inicialmente en nuevas bacrim y en aumento del ELN.

Y por eso el camino hacia la Paz solo arrancará cuando se entienda que ese es el conflicto y que es ahí donde se puede y se tiene que desactivar.

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