Recientemente asistí vía Facebook live a una conferencia organizada por la Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada RENATA sobre las perspectivas de la educación virtual. Resultó muy atractivo hacer parte de esta charla. Además, en semanas anteriores en algunos medios de comunicación se entrevistó al experto internacional Josep María Duart de la Universidad Oberta de Catalunya, quien hizo énfasis sobre lo importancia de apostarle en nuestro país a la cobertura en educación virtual. Según él, esta modalidad de educación está exhibiéndose como la mejor iniciativa con la que el gobierno puede construir una educación más asequible e incluyente.
Por mi parte, llevo más de un año trabajando para la Corporación Universitaria del Caribe CECAR en su modalidad virtual. Con gusto he notado el interés del director de esta modalidad y del equipo de la virtualidad en hacer parte de esa construcción de oportunidades fundamentadas en procesos de calidad. Es allí cuando resulta importante señalar que la educación virtual en nuestro país debe seguir afianzándose como el esquema de la educación de la nueva era.
Los retos en educación están planteados entonces para la educación presencial debido a que requiere de una constante renovación y actualización acorde al efecto de metamorfosis tecnológica en el que estamos inmersos. Así queda claro que lógicamente ninguna modalidad remplazaría a la otra, sino más bien que se debe trabajar en conjunto como una coalición perfecta en búsqueda de más oportunidades y accesibilidad a la educación de los colombianos.
Se trata entonces de incorporar el modelo de educación virtual y hacer más énfasis en esta metodología como una opción necesaria para trascender en materia de educación. Lo anterior teniendo en cuenta que estamos frente a niños y jóvenes nativos digitales, y a una modalidad que contribuye en gran medida a que aquellas personas que no pueden asistir a un aula de clase por sus múltiples responsabilidades estudien sin obstáculo alguno.
Partiendo de allí lo que se hace necesario es que el escenario educativo en cabeza del Ministerio de Educación Nacional, el Ministerio de Tecnologías de Información y la Comunicación, y las instituciones de educación superior, entren en una reforma a fondo sobre lo que significa innovación organizacional, curricular, pedagógica e indudablemente tecnológica. Todo con el fin de consolidar y darle la importancia que se requiere en el país.
En ese sentido podríamos afirmar que lo que se requiere para subsistir en el siglo XXI como institución educativa es que se dé un efecto de renovación fundamental para las instituciones tradicionales y un lugar a la vanguardia de la educación virtual. Soy fiel testigo de que hay instituciones que trabajan arduamente en la consolidación y crecimiento de esta metodología en nuestro país, pero se requiere de un apoyo imprescindible por parte del gobierno para que juntos construyamos calidad y educación mediada con tecnología. Esta es una lucha a la que debemos sumarnos todos los que estamos interesados en más cobertura, avance en tecnología y mayores oportunidades.