Los fines de la educación se puede concluir que son los principios fundamentales y los propósitos colectivos que dan contenido al derecho a la educación, los cuales se deben materializar en todas las formas y modalidades de educación que se desarrollan en la sociedad.
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Es así, como cada institución educativa pueden buscar diversas formas de organizar estos fines, de tal manera que reflejen las prioridades y las formas de llevarlas a la práctica a través del currículo.
Por lo cual, un ejemplo de cómo una institución puede proponer que todos los fines enunciados se centran en cuatro ejes de desarrollo, para que posteriormente se reflejan en el currículo, las prácticas pedagógicas y la organización general de la institución. Los 4 ejes son:
Formar en valores: al formar y educar en valores, tendremos alumnos mejores y profesionales con principios que le beneficiarán a él mismo y a la sociedad dentro de la cual preste sus servicios y se desarrolle.
Desarrollar el conocimiento: el papel fundamental de la enseñanza y de la educación deben estar en propiciar al ser psicosocial el potencial de todo tipo de conocimiento posible.
Formar para el trabajo: la educación para el trabajo tiene como propósito fundamental vincular al estudiante, en su formación integral con un aprendizaje vivencial, activo y reflexivo.
Formar para la participación: la participación es un elemento indispensable que hace posible a prueba y desarrollar las capacidades humanas.
Con el anterior modelo, se podrán establecer prioridades, diseñar planes, programas y estrategias pedagógicas para llevar sus objetivos adelantes y poder establecer formas de evaluar sus progresos y dificultades; así mismo, se podrán definir diversas formas de organización escolar, modelos para trabajar las áreas del conocimiento que establece la ley y poder adecuar los procesos escolares a las necesidades de los estudiantes y las familias en los contextos particulares en los cuales se realiza cada proyecto
