El sistema educativo en estos tiempos de adversidad debe centrar sus actividades en la búsqueda de soluciones a los principales problemas como la pobreza, el analfabetismo digital y el deterioro del medio ambiente, mediante un planteamiento multidisciplinario para analizar estas situaciones. Por lo tanto, debe haber un desarrollo en los campos la investigación y la ciencia; capacitando al personal docente con nuevos contenidos programáticos de las asignaturas y en tecnología, para la aplicación de estrategias pedagógicas a través de sistemas digitales de revisión y actualización de los planes de estudios y la promoción del saber de la investigación en las diferentes disciplinas, de la ciencia, arte y las humanidades.
Esto con el fin de difundir los resultados y conclusiones del producto estudiado, permitiendo descubrir nuevos elementos esclarecedores y prioritarios de la realidad estudiada de acuerdo con los parámetros que determina la ciencia.
En la educación se hace necesario crear e incentivar la disciplina para una cultura de investigación con la aplicación de nuevos conocimientos, ya que ningún estudiante de pregrado, especialización y profesional, debe estar alejado de los métodos del conocimiento de la ciencia e investigación científica, el cuestionamiento y la construcción crítica y reflexiva de la realidad debe ser prioridad de la educación en tiempos de adversidades para que el profesional tenga la capacidad de tener competencias para reflexionar la cotidianidad del ser humano.
De lo anterior se pueden dar las siguientes situaciones:
- Solo por intermedio la educación se podrá producir conocimiento útil que permita ser cada vez más eficientes y competitivos en el mundo globalizado y por ende, que nos ayude en la solución de problemas.
- La educación debe ser una metodología de enseñanza y aprendizaje que dinamice el quehacer educativo y forcé a los estudiantes a pensar y reflexionar sobre los diferentes tópicos estudiados para que sea concluyentes con los fenómenos presentados (adversidades), sean objetivos y concretos dentro de los parámetros metodológicos universales sin que esto sea una camisa de fuerza para asumir e identificar un problema, pero siempre con rigor científico para estudiarlo.
- La educación ha sido, y será un medio de superación académica y científica para dar a nuestros a estudiantes en todos los niveles de formación educativa conocimientos actualizados para dárselos a la sociedad, para mejorar las condiciones de vida y un bienestar a la población.
- Invertir en educación y tecnología, no es un gasto sino una ayuda para el conocimiento y el desarrollo socio-económico de los actores interactuantes de nuestra sociedad.
El reto del futuro inmediato (hace necesario crear opciones que mejoren la calidad de vida en los diferentes espacios de la realidad humana) está necesariamente en manos de nuestros trabajos de investigación; ayudarnos a encontrar luces claras, concretas y objetivas, respecto al camino a seguir como solución a problemas que afecten a las poblaciones en estudio y su entorno.
Una educación en donde los actuales instrumentos de aprendizaje e instrucción se bajen a un segundo plano o se destierren definitivamente, para dar paso a aquellos que permitan al estudiante desarrollar sus potencialidades para enfrentarse a problemas reales y lleguen a adquirir un grado de destrezas y habilidades tanto en lo manual como lo intelectual, para que no tema ser original espontáneo e imaginativo. Es decir, necesitamos que nuestra educación vaya dirigida a alimentar la mente y el espíritu, antes que sea simplemente la memoria mecánica, para así despertar en el estudiante desde temprana edad la devoción por la verdadera investigación científica.
Debemos ofrecerle, entonces, al joven la oportunidad de mirar a su alrededor y ver las cosas que lo rodean, (producto de la naturaleza o del hombre) en su verdadera dimensión científica, sin misterios ni especulaciones. Debemos demostrarles que él no solo puede comprender los principios básicos de las cosas y por ende del mundo y de la vida, sino también convertirse fácilmente en artífice y parte activa del futuro científico, para bien de su país y de sus semejantes.