La dura carta del New York Post a Trump

La dura carta del New York Post a Trump

"Señor presidente, es hora de poner fin a esta oscura farsa” es solo una de las frases con las que el diario conservador arremetió contra el presidente saliente

Por: Carlos Tamara
enero 27, 2021
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La dura carta del New York Post a Trump
Foto: Instagram @realdonaldtrump

En una carta que podría ser memorable, el diario conservador New York Post, de propiedad del magnate Murdoch —quien no tiene nada de comunista y jamás ha estado recogiendo café en Colombia—, le daba consejos a finales de diciembre a Trump, quien en ese entonces pasaba vacaciones de fin de año en su propio infierno de Mar-a-Lago. En realidad, nadie hubiera creído que un potentado con tantos años de anticipación hubiera construido su propio palacio para divertirse y darse el ancho con la más significativa y estruendosa de sus derrotas.

Cualquier parecido con la puesta en escena de un guion de clown nunca habría sido mejor ambientado. ¡Cuán amargo es jugar golf sin poder revertir una solemne derrota! ¡No acierta meterla en ningún hoyo, ni siquiera hinchando la tierra!

Y el periódico tutea a Trump, como si estuviera poniéndole el brazo al hombro e intentando amistarse con un tipo que pasa con la piedra afuera, cargado de tigre día y noche. El New York Post teme una ripostada del tipo: ¡te doy en la cara, marica!

Y sin embargo el periódico no se va por las ramas: le canta la tabla y bien cantada, incluso le advierte que podría cobrarle la factura si los candidatos republicanos de Georgia pierden sus escaños en la batalla electoral del 5 de enero, que definió mayorías en senado y cámara.

Mas para deleitarme que para ambientar, cito la siguiente restregada en la cara, con estropajo y limón en la piel escarnecida por el fragor del fuego infernal. Le dice así con una confianza imperturbable, casi un susurro:

- “Tenías todo el derecho a investigar las elecciones. Pero seamos claros: esos esfuerzos no han dado resultado. Para tomar solo dos ejemplos: su campaña pagó $ 3 millones por un recuento en dos condados de Wisconsin y perdió por 87 votos más. Georgia hizo dos recuentos del estado, cada vez afirmando la victoria de Biden. Estas papeletas se contaron a mano, lo que por sí solo desacredita las afirmaciones de una conspiración venezolana del Kraken que manipula los votos".

- “Sidney Powell es un loco. Michael Flynn sugiere que la ley marcial equivale a traición. Es vergonzoso”.

Es muy probable que alguien pudiera ganar el Nobel de la paz con semejante embadurnada.

Hay tal potencia de ridiculización y caricatura en esas frases que alguien que esté jugando al golf será incapaz de embocarla aun estando a tres milésimas de milímetro de un hoyo hinchado. ¡Afirma que le han contado los votos a mano, uno por uno!

La terminación en “es vergonzoso” luego de un punto seguido y al pie de un punto final podría ser tan perentorio como para resumir lo que se dijera del gobierno Trump por siempre jamás.

Claro el New York Post se abstiene de hacer referencia a la carrandanga de muertos que sigue produciendo el COVID-19 merced a la infortunada gestión de quien terminó poniendo a America First Again según su número mundial de fosas. ¡El mayor número de muertos de nunca jamás en épocas de paz y de guerra!

Y le advierte:

- “Ofrecemos esto como un periódico que lo respaldaba, que lo apoyaba: si desea cimentar su influencia, incluso preparar el escenario para un futuro regreso, debe canalizar su furia hacia algo más productivo".

“Deja de pensar en el 6 de enero. Empieza a pensar en el 5 de enero”.

Cualquiera puede pensar según su propio criterio. Resumo esta última andanada: el periódico le baja los pantalones cortos a Trump y le da una limpia con un gajo de ramas de pringamosa, sin agüeros. Pringamosa ventiada ante los ojos del mundo.

El periódico le quita su respaldo. ¡Y ya no lo tutea! Pero luego lo vuelve a tutear solo si se enfoca a pensar en el 5 de enero.

No está dispuesto a meterse en la aventura de propiciar un golpe de estado o cosa parecida: ¡Te acompañamos al cementerio, pero no nos enterramos contigo!

A continuación el New York Post pela el cobre. Desmenuza por qué está horrorizado ante el rumbo de Trump: “Ahora imagina un gobierno controlado por tus némesis: Nancy Pelosi en la Cámara, Chuck Schumer en el Senado, Biden en la Casa Blanca. ¿Qué tan altos subirán los impuestos? ¿Cuántas de sus iniciativas serán estranguladas? Y, a título personal, ¿cree que no se pasarán los próximos cuatro años torturándolo con audiencias e investigaciones infundadas?”.

Es apenas normal pensar que si habían ganado el premio Nobel con aquellas frases, con estas dan muestras de su propio desequilibrio noticioso y mental. No, no es que estén siendo juiciosos aconsejando a Trump. También están atolondrados. En realidad al New York Post le importa un soberano comino la suerte de Trump. ¡Que se siga cocinando en el infierno! ¡Allá él!

Pero no puede dejar que les suban los impuestos y se suba una supuesta izquierda revanchista dominando senado y cámara.

Lo peor del caso es que aun perdiendo Georgia, el gobierno demócrata no tiene otra alternativa que avanzar hacia un presupuesto social que redima al pueblo de los Estados Unidos del desastre de Trump.

Sin embargo, la última cita tiene algo que podría traernos de vuelta a Colombia por aquello de las supuestas “investigaciones infundadas” con que algunos sectores nos han torturado a propósito de cierto empeño investigador de nuestra Corte Suprema. Y por esa misma frase podríamos remontar hacia la intención de algún expresidente de marras de seguir instalando gobiernos títeres en Colombia.

Trump perdió las elecciones, pero los republicanos no, precisamente porque se vieron obligados a abandonarlo y no hundirse con él. Cito por eso lo que leí el domingo:

- “El fin de año se ha visto marcado con un desfile de dirigentes por el Ubérrimo, con un primogénito en la baraja, así diga que no, y apelando aún a la tesis de una consulta de un Estado de opinión precario según muestran recientes encuestas”.

¿Será que si el jefe se aferra, cargado de tigre como sigue estando, perderá incluso su bancada en el congreso? Igual que Trump si no cambia para enfocarse en el 6 de enero. Mejor dicho, estarían perdiendo hacha, calabazo y miel.

Mucho me temo que Trump no obedecerá. También le importa un comino el destino de cámara y senado, si sus mayorías no se la jugaron con él. Voy a que lo mismo ocurrirá en Colombia.

Notas. Las citas de New York Post pueden leerse en Déjelo, señor presidente, por su bien y el de la nación, que empieza así: “Señor presidente, es hora de poner fin a esta oscura farsa”. La otra cita es de El Espectador, del domingo 27 de diciembre, El 2020: un año sin tregua política.

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