El telón de la sala Delia Zapata de 12m de alto por 8m de largo recoge todo el relaismo clásico de Pedro Ruiz
El 21 de marzo se inauguró el Centro Nacional de Artes en Bogotá. Como todo fue a la ligera hasta las invitaciones llegaron tarde. Todo hace parte de esta gobernabilidad sin destino. Casi todo es improvisado. La salud, la pensión y los graves micos en las leyes del Congreso.
Ojalá esos diez y siete mil metros cuadrados de construcción no queden a la deriva y sin los recursos necesarios para un normal funcionamiento. Falla eterna de los centros culturales gubernamentales. Y sí todo es deficiente, no hay manera de garantizar un buen cumplimiento de sus funciones. De esto se refirió recientemente la directora del Museo de Arte Moderno: Claudia Hakim en su columna de El Tiempo .
El Centro en cuestión tiene 2 salas principales: una para Fanny Mikey y la que hoy nos interesa, la sala Delia Zapata.
Pedro Ruiz al frente de un proyecto que lo puede dejar en la historia
El telón se lo ganó por concurso del “Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes” Pedro Ruiz, un ser humano y un artista que se merece la oportunidad de realizar este proyecto y quedar en la historia porque su obra busca no solamente denunciar los ya inacabables problemas de los desplazados en Colombia que navegan sin rumbo en sus barcas pobres, sino que también busca el otro lado de la moneda con su serie Oro. El oro no de la minería ilegal y sus graves problemas sino el que nos representa desde los “primeros habitantes” como los llaman en Canadá. Esos seres que pertenecen a una de nuestras joyas nacionales como lo son el Museo del Oro en las diferentes sedes. El oro que nutrió las culturas ancestrales que mantuvieron a la geometría como una forma de ver el mundo y el mineral para complementar su mundo jerárquico.
Javier López, David Lemus, Juan Carlos Millán y Ciel Bruzzone plasmaron ls bocetos
El Oro para Pedro Ruiz es la manera de encontrar los tesoros en las oportunidades como lo es nuestra naturaleza tropical. Oro también lo busca él en los seres humanos que de la mano construyen historia. Por eso para el resultado del telón contó con cuatro artistas que plasmaron sus bocetos y cinco bordadoras madres cabeza de familia o desplazadas que las une la experiencia de vivir en barrios totalmente vulnerables marginales –valga la redundancia- pero aprendieron su oficio y seguramente podrán mantener su trabajo. Y esa es la palabra que maneja el arte de Pedro Ruiz. La manualidad por excelencia. Las artes y oficios. Por eso todo fue realizado minuciosamente. Se trató de un experimento de pintura y bordado.
Cinco bordadoras que estuvieron entrenadas por Carolina Pérez y su taller “Manos que bordan”.
La beca fue de 240 millones de pesos que administró la Escuela Taller de Cali. El resultado es un telón de 12 metros de alto por 8 de largo. Después de un largo entrenamiento en la técnica de la pintura de Pedro Ruiz fueron realizando el proyecto desde la cuadrícula el colectivo “Subversivos moralistas y otros dos independientes. Ellos, todos colombianos que son Javier López, David Lemus, Juan Carlos Millán y Ciel Bruzzone. Y Las cinco bordadoras que estuvieron entrenadas por Carolina Pérez en su taller “Manos que bordan”. Quienes con piedras realizaron un cielo estrellado. Y así todo es parte de un conjunto de esfuerzos colectivos.
El poderoso vestido lo realizó Pedro Ruiz combinando las flores de gardenias y lirios
A Delia Zapata la pudo ver Pedro Ruíz cuando era pequeño en el Teatro Colón. Se asustó porque pensó que la señora bailarina estaba paralizada mientras ella seguía con armonía los pasos sutiles de la cumbia y, de esos gestos encontró unas fotos de donde pudo recrear algunas poses parecidas. Pero la interpretó con su realismo clásico, con brochazos largos, con el manejo de los claroscuros y sus difuminados. Su poderoso vestido los realizó combinando las flores de gardenias y lirios, mientras pensaba en los 62 años de que tuvo de espera para que el folklore fuera parte de las representaciones en el Teatro Colón. A Pedro Ruíz también le importa el trabajo y apoyo que recibió del grupo “El palenque de Delia” que maneja Edelmira Massa.
El telón se despliega después de un gran esfuerzo colectivo
La inauguración con programación y ministro improvisados se realizó en la sala Delia Zapata con la obra “Revuelo”, de la Corporación Cultural Atabaques junto a Tambores de Cabildo. Una puesta en escena de danza afro contemporánea de Cartagena.