La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) concedió la libertad a Jaime Blanco Maya, dueño de una empresa de alimentos que prestaba sus servicios a la multinacional Drummond, la minera norteamericana que aterrizó a mediados de los años 80 en el departamento del Cesar para explotar el yacimiento carbonífero de La Loma y la Jagua de Ibirico. Blanco, quien además es hermano del exprocurador Edgardo Maya, fue uno de los 13 empresarios aceptados en la JEP en noviembre de 2020 para esclarecer el asesinato de Valmore Locarno Rodríguez y Víctor Hugo Orcasita Amaya, ambos sindicalistas de Drummond; crimen por el cual Blanco fue condenado a 38 años de cárcel.
Jaime Blanco prendió el ventilador sobre la relación de altos ejecutivos de Drummond y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Además, habría revelado como el norteamericano James Atkins, jefe de seguridad de la minera, contrataba a paramilitares para su esquema de seguridad. La declaración de Jaime Blanco es fundamental para el próximo paso de la JEP, ir tras las directivas de la Drummond. A esto se suma, que su libertad abre una puerta para que empresarios que financiaron a las autodefensas tengan cabida como terceros a la justicia transicional acogiéndose a la JEP.
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