Ozeri nació en Israel, ha tenido contacto permanente con América Latina y vive en Nueva York
Extraño hombre que nació en 1958, pero parece un viejo. Su descuido hace parte de su excentricidad. Obviamente nació en Israel, pero ha tenido un contacto permanentecon América Latina. Vive en Nueva York y le interesa el tema de esa ciudad donde larapidez hace parte fundamental del movimiento. La ciudad que no duerme tiene millones de puntos de vista. Desde los inmigrantes que encuentran lugar para trabajar —nunca en mi vida me he montado a un taxi cuyo chofer no sea extranjero— hasta los chafes de amigos. Pareciera que del afán nadie tiene tiempo para saludar. Mu chas cosas se venden en la calle, porque no hay tiempo de ir a comprar un periódico o un dulce. Tener un carro es un lujo astronómico y, parquearlo, parte de la quiebra. Por eso la gente camina hacia sus rutas cercanas, o si no, toma transporte público. La Gran Manzana es una ciudad ruidosa que tiene edificios realizados por los más importantes arquitectos del mundo. La ciudad vertical con toda la energía creativa en todos los campos.
En una de las calles de la Gran Manzana, Ozeri proyectó su sombra
Yigal Ozeri practica un doble trabajo: foto realismo. Toman la foto y la proyectan al lienzo para reproducir exactamente lo que vieron primero con exactitud. Su arte viene del ojo y el lente, que buscan ciudades, multitudes, bellas jóvenes. En la exposición de la Galería Cometa también se encuentran imágenes de la peste que nos ha tocado
vivir: manos en el subterráneo que tratan de no tocarse, gente con tapabocas que se aísla. La soledad, que es un de sus temas , la vive en una ciudad de solitarios. En esta época la convivencia es también sinónimo de soledad, de distanciamiento y de frialdad.
El hiperrealusmo de Ozeri en esta vitrina de Nueva York
Llegó a Nueva York en 1980 y tuvo la suerte de encontrarse con Louis K. Meisel que,como dice Ozeri: “Es un hombre raro, porque se preocupa por sus artistas e inclusorenunciará a su comisión en algunos casos para ayudarlos”. Y de ahí en adelante serefugió en este mundo que lo ha llevado al mundo de los museos y galerías con su obra precavida, exacta y liza. Desde siempre, Meisel defendió a los fotorrealistas norteamericanos y ha sido un gran coleccionista. Otro de sus protegidos fue el ya famoso Richard Estes (por sí les interesa, en la donación Botero de Bogotá se
encuentra un cuadro sobre un paisaje de ciudad y, si no estoy mal, hay otro en la donación Botero en Medellín).
El transporte público del metro en la ciudad vertiginosa
Sobre Ozeri se habla poco. Tiene una corta biografía. Lo más importante es que tiene un hijo futbolista. Lo dice cada vez que puede. Que utiliza dos relojes: uno para saber la hora donde se encuentra su explosión y otra, la del lugar donde él se halla. Dos tiempos importantes y simultáneos para el artista hiperrealista. Y que quiere que su obra tenga la vida de la ciudad donde el mundo comercial se viene encima. A sus musas las registra cerca de la naturaleza como símbolos de la armonía del ser humano bello y joven. Bellas mujeres jóvenes son un registro importante que busca transmitir una doble mirada de la belleza interior y exterior.
La soledad en una ciudad de solitarios
Como siempre, el anhelo del hombre se hace patente mediante el color: Ozeri pinta al óleo. La descripción del mundo de lo visible ha sido la tentación de la confianza y de la esperanza.
Actualización de la publicada el 6 de agosto, 2022