La llegada de Gustavo Petro al poder, iluminó a Nicolás Maduro por muchas razones, pero muy especialmente por una: la posibilidad de controlar nuevamente Monómeros, la empresa productora de agroquímicos que quedó en manos de Juan Guaidó. El presidente interino de Venezuela tiene además bajó su control la petrolera Citgo y el oro depositado en Londres. Tres verdaderas joyas de la corona venezolana.
Por ello no resultó accidental que uno de los cinco temas prioritarios en la conversación de empalme entre el presidente Iván Duque y el presidente electo Gustavo Petro fuera precisamente el de Monómeros, quien además le puso doliente al tema: Rodrigo Ramírez. Será este sincelejano defensor de los derechos humanos, activista de la campaña de Petro, uno de sus escuderos en el Caribe y amigo personal de su hijo mayor, Nicolás Petro, quien se dedicará al complicado tema.
Desde agosto del año pasado Maduro ha tomado cartas en el asunto y ha ido subiendo el tono frente a los reclamos por la empresa de fertilizantes, filial de Petróleos de Venezuela, Pdvsa. Fue entonces cuando convocó a los productores agrícolas para unirse a la campaña para la recuperación de su control y posteriormente lo puso entre las prioridades de la mesa de negociación con la oposición en México. La oportunidad se le presentó nuevamente con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia.
El reconocimiento de Duque a Guaidó permitió a la oposición venezolana tomar el control de Monómeros
El reconocimiento del presidente Iván Duque a Juan Guaidó —y su desconocimiento al mandato de Maduro— hace algo más de dos años, le permitió a la oposición venezolana tomar el control de Monómeros. Esta nació como iniciativa binacional en 1967, entre los gobiernos de Carlos Lleras Restrepo, de Colombia, y Raúl Leoni, de Venezuela, con tres socios mayoritarios: Instituto de Fomento Industrial (IFI), y Ecopetrol, por Colombia, y el Instituto Venezolano de Petroquímica (IVP), por Venezuela.
Creció rodeada de prestigio, como la más exitosa experiencia empresarial entre los dos países y gerentes como Hernando Celedón Manotas que hizo historia en Barranquilla, hasta que en el 2006 cambió todo. El presidente Álvaro Uribe decidió vender la parte colombiana y el presidente Hugo Chávez no dudó en poner sobre la mesa los USD 53 millones. Petroquímica de Venezuela –Pequiven–, que sustituyó a IVP y cuyas acciones son exclusiva propiedad de la República Bolivariana de Venezuela se quedó con el 100 % de Monómeros y Colombia sin una empresa clave para el campo y su seguridad alimentaria.
A raíz de la decisión del presidente Donald Trump de bloquear con sanciones económicas a Venezuela, Monómeros entró en 2017 a la “Lista Clinton” porque Donald Trump decidió meter a Venezuela para el Control de Bines Extranjeros del Departamento del Tesoro (Ofac).
Dos años después, cuando en 2019 el diputado Juan Guaidó fue proclamado presidente interino por la Asamblea Nacional, entonces controlada por la oposición, tomó control de Monómeros, el Departamento del Tesoro levantó las sanciones y restricciones. El manejo quedó en manos de una nueva junta directiva y hubo cambios en la administración. Se reemplazó el gerente general Pedro Lugo por Guillermo Rodríguez, quien actualmente sigue en esa posición. Por su parte, el gobierno de Iván Duque autorizó el nombramiento de esa junta directiva ad hoc.
En diciembre de 2018, Maduro designó a Ronald Ramírez presidente de Monómeros, un hombre con carrera en la industria petroquímica, vinculado a empresas de Alex Saab, dice El País. Pero el 30 de enero de 2019, tras la autoproclamación de Guaidó como presidente interino, Ramírez se quedó con las maletas hechas, porque Colombia no lo admitió, Iván Duque ha desconocido al régimen de Maduro hasta el final de su mandato. Fue entonces cuando se inició la disputa entre el gobierno Duque y el de Nicolás Maduro (que Duque no reconoce) por la poderosa empresa de fertilizantes.
La pelea de Maduro y Duque comenzó con el portazo al elegido por el predidente venezolano para Monómeros
Para el 2020, la empresa que venía resentida de los problemas de producción de Pdvsa, su principal proveedor, de la pérdida del crédito de proveedores estaba abocada a una crisis con en medio de insistentes rumores de corrupción. En septiembre del año siguiente la Superintendencia de Sociedades de Colombia la intervino con una figura prevista en la ley que le permite supervisar el funcionamiento para asegurar su recuperación y posterior sostenibilidad jurídica, contable y administrativa.
Maduro interpretó la medida como una incitación a la confrontación. “El Gobierno de Colombia ordenó el allanamiento y asalto de nuestra empresa en Colombia, Monómeros, nuestra empresa de fertilizantes”. En enero de este año la Supersociedades ratificó su decisión de mantener el control de Monómeros, desestimando los recursos jurídicos presentados por la empresa.
Monómeros está entre las 100 empresas más grandes en Colombia, genera 700 empleos directos, mil indirectos, abastece el 37 % del mercado nacional de fertilizantes y exporta unas 300.000 toneladas a países del Caribe y Centroamérica. Se estima, además, que entre fertilizantes, fosfatos de calcio para la alimentación animal y productos químicos llega a 3 millones de agricultores del país.
El informe de empresa en marzo de este año reportó que la utilidad neta de la compañía alcanzó los $58.000 millones en 2021, y registró los mejores resultados en cinco años. La utilidad bruta fue de $200.000 millones, $89.000 millones en utilidad operacional y $122.000 millones en ebitda. Las ventas superaron el billón de pesos.
Tanto Maduro como la oposición están alertas en el asunto Monómeros con la llegada al poder de Gustavo Petro. Enrique Sánchez Falcón, procurador especial del interinato de Juan Guaidó, cree que está en riesgo el control de Monómeros porque el nuevo presidente podría facilitar el camino al régimen de Maduro para retomarla. “A la Pequiven de Maduro le va a bastar simplemente decir como accionista, plantear una reestructuración, designar a la persona y tomar posesión", afirmó.
El pasado 6 de junio, el diputado José Luis Pirela (opositor) alertó se estaría preparando una asamblea de accionistas en Monómeros, encabezada por Pedro Tellechea Ruiz, presidente de Pequiven, designado por Maduro.
Por otro lado, el Gobierno de Estados Unidos extendió hasta el 30 de junio del 2023 la licencia que permite mantener el control de las operaciones de la empresa por parte de Guaidó. En este punto, no se duda que la disputa por Monómeros está a punto de escribir un nuevo capítulo desde el próximo 7 de agosto.