¡Por fortuna Vladímir Putin sí sabe para qué sirve la cabeza! Y aunque se tome sus vodkas, es un hombre más sereno que Trump.
Cada palabra suya está precedida por una acción. Él tiene un supremo cuidado para expresarse. Creo que, en realidad, a Putin no le gusta dar muchas declaraciones. Tal vez piensa que al extenderse mucho pueden adivinar sus estrategias o planes, incluso sus pensamientos.
Rusia es un gran jugador en el concierto de las naciones. Washington y Moscú pueden acabar con esto en apenas un pestañeo. Es como si el destino del mundo estuviese siendo capitaneado por Donald J. Trump y Vladimir Putin, los hombres que concentran la mayor cantidad de poder en la Tierra.
La naturaleza tiende al equilibrio, porque, a pesar de todo, entre Putin y Trump la diferencia es del cielo a la tierra.
Los dos sirven para darle equilibrio al mundo bipolar.