Nosotros entretenidos con “dictaduras vecinas” y no nos damos cuenta de las dictaduras de facto de las empresas de servicios públicos en Colombia. Grandes corporaciones que monopolizan el suministro de productos de primera necesidad maltratando y violando los derechos fundamentales de las familias colombianas. El día de ayer un abuso más de la compañía Gas Natural - Grupo Vanti ocurrió en mi apartamento. Justo me acababa de mudar y lo había encontrado sin gas. La llave de entrada del servicio público se encontraba clausurada. Según me informó la dueña de la casa, nunca hubo una carta donde se hubiera informado de la visita técnica anual y por tanto esta no pudo ser atendida. Como consecuencia de esto, en pasados días un técnico de la empresa había clausurado el servicio de suministro de este valioso fluido poniéndole un sello a la llave de entrada del mismo.
Luego de programar una cita para la reconexión que solo me fue dada después de 2 días de mi llamada en un horario de 12:00 a 6:00 p.m., como si no fuera suficiente pedir medio día de trabajo para atender una revisión técnica que estamos comprando, se presenta en mi apartamento un técnico de la empresa Gas Natural que decidió de manera dictatorial que el preciado fluido no podría ser usado para cocinar, negándome a mí y a mi familia el derecho a alimentarnos. Durante la revisión, el técnico no encontró ninguna fuga ni mucho menos emisiones de gases tóxicos producto de la combustión. Después de buscar arduamente diversas fallas que su manual de trabajo pudiera justificar o al menos que pareciera lo suficientemente preocupante y creíble como para generar una reacción de advertencia en mí sobre la posible continuación del corte del servicio público, me dijo con tono preocupante que me faltaba una abrazadera a la tubería en un punto donde claramente el tubo del gas se sostiene solo, argumentando sólidamente que no me podía conectar el gas por semejante falla de seguridad.
No contaba el funcionario con el hecho de que soy ingeniero y que por tanto no me podía meter los dedos a la boca como si lo hacen con otros ciudadanos desprevenidos. Entonces me dije a mí mismo parafraseando al famoso fiscal colombiano experto en corrupción: ¡Hijueputa, esto es una coima, marica! No puedo asegurar que lo hizo con el ánimo de esperar algún ofrecimiento económico como se frecuenta en este tipo de revisiones, pero lo cierto es que no puede ser que la decisión de suspensión de un servicio público que se constituye en derecho de las y los ciudadanos dependa de la decisión de un técnico sin que medie autoridad alguna. Por otro lado, no puede ser que a mi familia se le sea violado su derecho a alimentarse por la misma razón. Es aberrante que, en Colombia, las empresas únicas dueñas de los servicios públicos, en este caso con el total monopolio del servicio de gas natural, impidan el acceso de un servicio público sin mediación de un juez ni de procedimientos más estrictos y científicos donde se evidencien que efectivamente la red o cualquier tipo de gasodoméstico pudiera representar un peligro que amerite la clausura de un servicio. La mera dictadura.
Este hecho que convirtió mi indignación en rabia como lo muestro en el video, sirve también para cuestionar la llamada revisión técnica anual que se presenta evidentemente como un exceso de protocolo pero sobre todo como un jugoso negocio extra a la distribución del gas pues esta revisión se cobra al usuario generando multimillonarias ganancias a los operadores. Tan solo por la revisión técnica y la reconexión se cobran más de 60.000 pesos. Multiplicando esto por los millones de usuarios a nivel nacional los ingresos de este monopolio superan los 400 mil millones anuales solo por el servicio técnico y sin que tengamos la posibilidad de comprar el servicio a otro operador. Díganme, ¿en qué país del mundo se hacen revisiones anuales por parte de las empresas de gas?, ¿cuáles son las estadísticas o la base científica que demuestre la necesidad de crear una política de revisiones anuales de las instalaciones de gas? Si la empresa certifica que ciertos técnicos son los únicos autorizados para realizar instalaciones de gas domiciliario, ¿qué necesidad hay de que anualmente otros técnicos de la misma empresa tengan que revisar lo que el primero hizo? Demasiada burocracia para algo que en otros países se maneja tan simple y de manera tan sencilla como cualquier otro servicio público. Estoy más que seguro, y valdría la pena averiguar, que para la reglamentación tan absurda de este tipo de procedimientos tuvo que mediar en algún momento el lobby —y por qué no las coimas—de esta empresa para con los legisladores que la reglamentaron.
En fin, exijo respuestas de parte de la empresa Gas Natural - Grupo Vanti y que se me reconecte el gas porque el derecho fundamental de mi familia a alimentarse no puede ser vulnerado por ninguna institución ni empresa. Mientras tanto invito a los demás usuarios a seguir como protocolo básico para evitar la violación de nuestros derechos como usuarios el uso de la cámara de video durante el proceso de revisión técnica. Evite manipulaciones y asegure un tratamiento transparente por parte de los funcionarios de la empresa. Grave.