Es malo uno meterse en temas políticos o económico para no meterse en problemas ni estar uno insultado, yo soy un profesional licenciado en Pedagogía Infantil egresado de la Universidad del Tolima y mi pasión es leer e investigar.
Lo que voy a hablar es sobre una reforma que, a mi manera de ver, le va a hacer mucho daño al país; se trata de la reforma tributaria impulsada por Gustavo Petro por parte de su ministro José Antonio Ocampo, quien ya se desempeñó como ministro de Hacienda en el gobierno de Ernesto Samper. Esta reforma pretende recaudar mas de 25 billones de pesos, pero hay muchos puntos que inquietan bastante a los colombianos, empresarios y sectores energéticos del país con graves consecuencias económicas que se traduce en desempleo, cierre de empresas, pérdida del poder adquisitivo, inflación desmesurada, depreciación de la moneda, fuga de capitales y cambio de residencia, porque los inversores prefieren trasladar sus capitales por fuera del país, que pagar impuestos por encima del 104% con algunos artículos de la diabólica reforma tributaria que sólo generarían menos utilidades, invertir y generar empresa en Colombia.
Está diabólica reforma tributaria, como lo digo, pretende acabar con el sector privado, productivo, empresarial y al país en general primero el impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados que pretende supuestamente desincentivar el consumo de estos alimentos en el país pero este impuesto con excusa de la salud es una soga al cuello para la clase baja, media y termina perjudicando a las tiendas de barrio, vendedores ambulantes y microempresarios, así como la inflación que subiría de forma galopante, segundo es el impuesto a las ganancias ocasionales que seria un golpe directo a los que pretenden vender su propiedad y desean revalorizarla al precio original que adquirió dicho inmueble hace años.
Por ejemplo, si usted hace 20 años adquirió la casa en 50 millones y desea venderla por 150 millones pero de esos 100 millones tendría que pagar el 20% que son 20 millones esto sería descarado y confiscatorio, lo mismo con el impuesto al patrimonio de forma permanente y la eliminación de la exención y descuentos tributarios por lo que espantaría los inversores y empresarios porque en Colombia sería bastante difícil hacer empresa por la enorme carga tributaria y los empresarios como inversores preferirían emprender e invertir por fuera del país generando graves consecuencias económicas para la población en general...
Es hora que el pueblo despierte; si no despertamos nos clavan esta diabólica reforma tributaria que termina perjudicando a todos, si queremos que este país sea viable, un vividero y se combata la pobreza y desigualdad se deben generar políticas que incentiven, promuevan y generen confianza del sector empresarial y del campo, así como de la población, no con altas cargas tributarias a los sectores productivos ni impuestos exagerados a la población en general y más bien combatir la corrupción y la evasión de impuestos que tanto déficit fiscal le deja al país, así la nación se ahorraría billones y no se necesitarían más reformas que sólo hacen es ahogar al país.