Los colombianos reelegimos a Santos, aún conociendo su enorme deuda frente a la equidad y la justicia social, su nuevo gobierno debe entender que sus ejecutorias son pobres en la mayoría de los campos sociales, empleo, salud pública, saneamiento básico, educación, sector agropecuario, industrial, minería, infraestructura, entre muchas otras. El Presidente reelecto debe desprenderse de sus compromisos politiqueros, porque quienes hoy lo apoyamos, esperamos que la mermelada no sea el sustento del poder, queremos discusiones políticas limpias que pretendan obtener triunfos ideológicos que transformen democráticamente las estructuras de poder, sin sectarismos de las extremas de derecha e izquierda, buscamos un gobierno transparente, ejecutor, cercano a los intereses sociales y a las realidades nacionales, el político debe conocer las necesidades latentes de la población y los gobiernos deben identificarse con los anhelos del pueblo que los favorece con el poder.
En su primer mandato, aún contando con las mayorías de su coalición, su gobierno fue incapaz de sacar reformas fundamentales como las que requiere la justicia, la seguridad social, pensiones, el sistema nacional de salud, la educación, los sectores industrial, agropecuario y minero, la infraestructura con avances pobres y la competitividad sin avanzar y menos consolidarse, desperdiciando la época de auge en los precios de las materias primas y los recursos del crédito internacional barato. Hoy la coyuntura internacional parece cambiar, la Política cambiaria exigirá muchos más esfuerzos y el Estado Colombiano no cuenta con los recursos necesarios para enfrentar sus altísimas necesidades en el campo social e infraestructura, el post conflicto que todos esperamos se convierta en realidad, seguramente exigirá una sería reforma estructural en materia tributaria y en la política del país.
Esperemos que lo que no se dijo en una campaña tediosa, poco profunda, irrespetuosa con el electorado, que respondía más a la agresión de la contraparte que a la necesidad de una confrontación ideológica frente a asuntos sensibles y fundamentales, lo manifieste el Presidente reelecto en sus próximas ejecuciones y en la dirección que le dé a su nuevo gobierno.
La ultraderecha, con cerca de 7 millones de votos en las últimas elecciones, demostró que tiene un claro capital político que se nutre del seguimiento fanático al hoy senador Uribe y del descontento e imagen negativa del Presidente Santos. El país indudablemente está polarizado, 51% de votos con Santos, apoyado por gran parte de la izquierda, los verdes y un importante número de conservadores por cuenta de la Paz y la mermelada, muestran que el 45% de votos a favor del candidato del uribismo, exigen un esfuerzo de ejecutoria por parte del nuevo Gobierno, sintonizado e interpretando las necesidades del pueblo colombiano.
Es claro que el gran ganador es el Presidente Santos y su apoyo por la Paz, también el candidato Zuluaga es un ganador porque obtuvo muchos más votos que su Jefe Uribe en las elecciones al Congreso, gana Clara López y Petro que apoyaron la Paz, pierden, evidentemente, Uribe que liderará una oposición disminuida en el Congreso y Martha Lucia Ramírez que con el expresidente Pastrana se fueron al lado del uribismo.
Finalmente, con una abstención superior al 50%, el triunfo del Candidato Presidente, con menos del 6% de diferencia, sobre un contendor que poco conocíamos, representando una ideología recalcitrante de ultraderecha inspirada en un régimen altamente cuestionable, debe hacer meditar a un Presidente en ejercicio que tuvo increíblemente en riesgo su reelección, aunque los triunfalismos hoy tal vez no lo permitan ver, al Presidente le ayudamos contundentemente quienes tenemos temor de la ultraderecha del señor Uribe y la extrema izquierda violenta que representa toda la guerrilla, ya que votamos por la Paz y sobretodo para salvar a Colombia de un nuevo régimen de ultraderecha.
Apoyamos a Santos y le deseamos a Colombia un mejor futuro en Paz, con importantes avances en justicia social y equidad.
@JoseAMoncayoA
Economista y Abogado