El proceso contra el exmagistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt Chaljub, que está pendiente de resolverse penalmente en la Corte Suprema de Justicia y que tuvo su primer episodio en el Congreso de la República abrió una compuerta que tiene preocupados a los magistrados de las tres altas cortes: a futuro podrían perder su investidura sin el antejuicio político que establece la Constitución. Sobre el tema, conceptuó la procuradora delegada Liliana Cardona, en un escrito ante la Corte Suprema en el que le pidió anular el proceso contra Jorge Pretelt: "No se llevó a cabo el llamado antejuicio político o disciplinario, que culminaría con la destitución".
Aunque el procurador Fernando Carrillo sostuvo que la funcionaria no le consultó el concepto jurídico, para los magistrados de las Cortes la Constitución y el procedimiento de juicio de un magistrado es claro y saben que de juzgar a Pretelt con ese antecedente procesal se puede abrir un limbo que más adelante los podría perjudicar a ellos mismos en una eventual puja con poderes del congreso o el propio Palacio de Nariño. Los magistrados de la Corte Suprema se han reunido a evaluar el caso de Pretelt que se definirá en abril y este es uno de los puntos que tendrían en cuenta a la hora de tomar su decisión.