Lleva dos años estudiando en la Universidad de La Plata medicina. Los primeros meses fueron buenos, sus papás trabajaban ambos, la plata para mantenerse llegaba puntual pero, desde marzo, las cosas empezaron a cambiar para la joven Julieth Carranza. Debido a la crisis generada por el Coronavirus su mamá dejó de trabajar y con el sueldo de papá no alcanzaba. En la Plata el frío en invierno muchas veces baja a los menos cero. No es bueno tener un abrigo en medio de un frío polar. Por eso Julieth quería regresar y tocó las puertas del consulado en Buenos Aires.
De esta manera le escribió a la cónsul Maria Clara Rubiano:
Al final de este mensaje se puede ver claramente la respuesta de la cónsul:
La destemplada respuesta no pudo ser más indolente, desesperanzadora, humillante:
“El hecho de escribir mucho no cambia tu situación. Tú sabes que hay pocos vuelos y no se puede mandar a todo el mundo. Tratamos de hacer lo mejor posibles. Esta es una experiencia difícil que espero le deje enseñanza a los jóvenes que creen que con estudiar alcanza. Tu solicitud será tenida en cuenta”.
Claro que estudiar no alcanza, el curriculum de la cónsul es lamentable: sólo es bachiller y estudió algunos semestres de Corredora Pública en Argentina. Además fue demandada en el 2018 por no tener una carrera diplomática que ostentaba, la de Primer Secretario de Relaciones Exteriores del Consulado General de Colombia en Buenos Aires.
La estudiante espera regresar, la indignación nacional seguro ayudará.