Nadie calculó que el accidentado trámite del Plan de Desarrollo, la hoja de ruta del gobierno Duque, desembocara en una fractura que para muchos es irreparable entre Germán Vargas Lleras y sus aliados políticos más importantes; la familia Char.
El pico máximo de la tensión de este pulso se vivió el jueves pasado al medio día, después de que los senadores de los partidos de oposición se pararan de la mesa en las comisiones económicas del congreso y bloquearan el trámite del trascendental proyecto.
A esa misma hora en el apartamento del Presidente de la Cámara, Carlos Chacón, se realizaba un almuerzo al que asistían Germán Vargas Lleras y Cesar Gaviria.
Se discutía la coalición para elegir a Lidio García, presente en el almuerzo, como nuevo presidente del senado. A Vargas Lleras lo acompañaba su inseparable senador Germán Varon Cotrino.
El postre del almuerzo fue la propuesta de Vargas de bloquear el Plan de Desarrollo impidiendo que esta nueva coalición de partidos se hiciera presente al día siguiente en la votación, que tenía como plazo máximo para su primera vuelta el medio día.
Entre tanto, en el apartamento de la Familia Aguilar de Santander, en el norte de Bogotá, se reunían todos los senadores que se pararon de la mesa de discusión en la comisión para planear, por orden de Vargas, la ofensiva contra el gobierno.
De no aprobarse el plan se hundiría y el gobierno tendría que decretarlo con el daño político que ello acarrea. La última vez que un gobierno lo hizo fue en el mandato de Andrés Pastrana.
Los senadores caribes Mauricio Gómez Amín y Luis Eduardo Diazgranados, alfiles fundamentales de ambas colectividades no estaban de acuerdo con esta estrategia de Vargas Lleras y algunos miembros de su partido, ambos luchaban contra sus propias bancadas para sacar adelante el plan.
Lograrlo garantizaría la solución económica al problema de Electricaribe que tiene bloqueado gran parte del desarrollo de la región.
Vargas, bien conocido por dar órdenes y no indicaciones a los suyos, le impuso a su bancada bloquear al gobierno, idea de la que se apartó de inmediato el oráculo del partido Fuad Char quien desde Barranquilla veía con malestar como en Bogotá se seguían imponiendo criterios de espalda a la región.
El viernes en la mañana Vargas llamó a Luis Díazganados y Arturo Char y les ordenó ausentarse de la discusión. Fuad visiblemente molesto dio una contraorden lo que dejó claro quien estaba al mando de la nave.
El líder de la Casa Char, dicen quienes lo han escuchado, afirma que el Plan de Desarrollo tiene grandes avances para el caribe, incluso su hijo Alejandro, alcalde de Barranquilla trinó a favor de éste en su cuenta de twitter.
Adicionalmente, el nuevo Plan de Desarrollo contempla inversiones en el Caribe por $182 billones en el cuatrienio, de los cuales $33,6 billones se destinan al Atlántico, lo cual representa un aumento del 68% frente a los recursos invertidos en el Plan de Desarrollo anterior.
— Alejandro Char (@AlejandroChar) 23 de marzo de 2019
Incluso Germán Vargas llamó a Mauricio Gómez y lo intimidó diciéndole que sería el culpable del rompimiento de la recién creada coalición para elegir a Lidio García presidente del Senado.
Gómez Amin decidió tener esa mañana una charla franca con su jefe de partido César Gaviria, le expuso razones de conveniencia para apoyar el plan haciendo énfasis en su lucha por solucionar el problema de los temas eléctricos del Caribe. Esta fue su propuesta de campaña que lo convirtió en uno de los senadores más votados del país .
Supimos que Gaviria le manifestó a Gómez que la decisión era suya y lo despidió cálidamente de la reunión con un “haga lo que le dicte su conciencia”.
Fue el momento en el que estos dos mega senadores Gómez y Diazgranados se hicieron presentes en la votación el viernes en el congreso salvando el plan.
El gran perdedor de esta refriega política terminó siendo Vargas Lleras quien se quedó sin el apoyo de sus aliados políticos a pocos meses de las elecciones de alcaldes y gobernadores y con una bancada que ya no le hace caso y que plantea a partir de ahora un “cambio radical”.