La carrera que esperaba con ansias Nairo Quintana era el Giro de Italia. Tenía un recorrido montañoso que se ajustaba a sus condiciones. Incluso había pensado dejar a un lado su máxima obsesión, el Tour de Francia, para intentar volver a conquistar la Corsa Rossa. Sin embargo el estar en un equipo de segundo nivel como el Arkea le impedirá participar en el Giro. El equipo, que no es de primer nivel, debe esperar las invitaciones que le hacen las grandes vueltas. El Giro le cerró la puerta y ahora sólo esperará el Tour.
La verdad el paso al Arkea no ha sido tan fructífero como esperaba Nairo. Se notó muy sólo en el Tour del 2020, sin compañeros que lo arroparan. Nairo, con el equipo francés, no tiene la suficiente maquinaria para esperar ganar una gran vuelta.