Los deportistas que dejan en alto en nombre del país en todo el mundo lo logran, en su gran mayoría, gracias a su propio sacrificio. Las federaciones de muchos de los deportes en Colombia están casi desaparecidas, o si interceden no hacen sino complicar las cosas y hacer pasar malos momentos a los deportistas que, con tanto esfuerzo llegaron al profesionalismo.
La Federación Colombiana de Ciclismo es uno de los casos. El deporte pedal es uno de los más gloriosos y que más alegrías le ha traído al país en contraste con la pésima gestión de sus directivos. Para los Juegos Olímpicos de Tokio Colombia es uno de los 6 países que pueden llevar hasta 5 ciclistas a la prueba de ruta, pero el positivo por COVID-19 de Dani Martínez lo cambia todo.
En una Federación de altura, de una de las potencias mundiales del deporte, se esperaría que tuvieran todo listo frente a una posible baja a última hora y más aún por COVID. Sin embargo y de forma insólita no hay suplentes para reemplazar al Dani. El técnico Carlos Mario Jaramillo nunca tuvo en cuenta posibles recambios y ahora hace falta un ciclista que no hay tiempo de reemplazar.
Sin Dani Martínez, todos los ciclistas colombianos que van a los Olímpicos vienen del Tour de Francia, lo que es un tiempo muy corto de recuperación para estar a tope en Tokio. Lo más seguro es que ninguno de los escarabajos esté en la pelea por medallas, así que no se sorprendan por un decepcionante resultado.
No tener un reemplazo de Martínez es una vergüenza más a la lista de la Fedeciclismo. En julio del 2016 Rigo se uniría al equipo en Río desde España para disputar la Olimpiada. El Comité Olímpico les compró tiquetes de primera clase a todos los ciclistas colombianos que se encontraban corriendo en Europa, A Rigo lo ubicaron en un vuelo de la aerolínea TAP de Portugal. Ya se iba a subir al avión cuando le dijeron que no podía subir las tres bicicletas que cargaba. Rigo puso las quejas en redes sociales pero la Federación de Ciclismo no se apersonó de la situación. A Rigo lo deja el avión y debe pasar la noche en el aeropuerto y al otro día Tap corrige y lo envía a Río con un retraso de 48 horas. Ese cansancio lo terminaría pagando caro: Rigo ni siquiera terminó la competencia ya que se retiró faltando 40 kilómetros para meta.
Mijos con ganas de✈️ya para los Olimpicos,pero no me quisieron llevar mis amiguitos de @taportugal xq lleva 3 bicis pic.twitter.com/O0JyiZWV47
— Rigoberto Urán ЯU (@UranRigoberto) July 31, 2016
Comprarle los pasajes en primera clase no era solo la misión de Fedeciclismo o Coldeportes. Había que acompañar al corredor. Esas cosas no pasan en el fútbol, ¿Se imaginan a James y a Falcao esperando toda una noche en un aeropuerto? ¿Hasta cuando el desprecio a nuestras glorias ciclísticas?
En la misma Olimpiada que padeció Uran, Fernando Gaviria esperó un día entero en el aeropuerto José María Córdoba. Una vez llegó a Río a disputar la olimpiada esperó otras seis horas porque alguien de Coldeportes o de Fedeciclismo se ocupara de él. Su rabia la expresó en este trino:
Bueno ya en río pero que a seguir esperando 👌🏻👌🏻👌🏻 algo que me gusta bastante gracias @OlimpicoCol pic.twitter.com/ORIsqMTdsD
— Fernando Gaviria (@FndoGaviria) August 8, 2016
Esos Olímpicos marcaron el fin de la relación de Gaviria con la Fedeciclismo. Se retiró de la pista tras la prueba donde quedó a las puertas de una medalla y en ruta corrió el mundial 2017. A partir de ahí nunca volvió a vestir los colores de Colombia y tal vez ese sea el camino que muchas de las grandes estrellas deban tomar, ninguno merece ser tratado de esta forma de parte de las federaciones deportivas.