Como mujer joven y feminista le aposté a un proyecto político que era supuestamente progresista e inclusivo, lo cual se traduce en un proyecto de país en el que las luchas del movimiento feminista están por medio, pero no, la verdad es que Petro nos usó solo con fines políticos, porque ha demostrado que no tiene interés en aprehender sobre las luchas de las mujeres, y al contrario sigue reafirmando en sus hechos y discursos el papel que el patriarcado le ha asignado socialmente a las mujeres.
En ese orden de ideas, es pertinente recordar varios hechos en que Petro nos ha dado la espalda a las mujeres, uno de ellos fue en las elecciones a la alcaldía de Bogotá en el año 2019 en el que Gustavo Petro instó a Ángela María Robledo a aspirar a dicho cargo político y ella decidió no hacerlo por cuestiones personales y terminó Petro apoyando la candidatura de Holman Morris quien había sido acusado por acoso y su ex pareja lo había demandado por seguridad alimentaria a menores, pese a la carta de varias feministas, entre esas Ángela María Robledo y otras tantas activistas reconocidas en el país, en la que se le recomendaba replantear el apoyo al personaje en mención y, este ignoró a quienes solo un año atrás le habían apoyado a él.
Otro hecho que se puede recordar de Petro en relación con las mujeres es cuando señaló en un trino: “Si quieres una sociedad cero aborto, el camino no es prohibir, es educar”. Afirmación que denota la ignorancia frente a lo que concierne a nuestros derechos y luchas, porque nosotras pedimos abortos porque deseamos decidir sobre nuestros cuerpos y en caso de no desear maternar sabemos que la primera opción es abortar y no la última como antes se creía.
Traigo a colación estos sucesos porque empiezan a conectar unos con otros y dar sentido a la actitud de Petro frente a los derechos de las mujeres, ya es demasiado notable que este político como todos los otros usan al movimiento feminista para venderse como inclusivos, pero la realidad es que no saben nada sobre el activismo.
Y su última columna en el portal Cuarto de Hora es desafortunada desde el título Por la mujer y la familia. Ahí encasilla a las mujeres en uno de los roles de género que más esclavitud genera, la familia. Columna en la que además hace varias criticas a Peñalosa y resalta su proyecto en la Bogotá Humana, en la que todo suena muy bien hasta que nombra el papel de las mujeres en su gobierno local y reafirma el título de la columna. Lo anterior puesto que el papel del que habla Petro, y que cree es el papel de las mujeres en la sociedad, es ese como cuidadora, reforzando los roles de género, como las encargadas del cuidado de la niñez y de la tercera edad. Así pues, es triste ver que Petro, a quien muchas feministas apoyamos tres años atrás, ahora resulte demostrarnos que no sabe nada de nosotras las mujeres, y que puede ser muy progresista en cuanto economía, pero en lo que respecta a las mujeres y nuestras luchas el tipo no tiene idea. Y hablo de que es triste porque una persona con tremendo intelecto no ha tenido disposición de saber sobre nosotras, porque el privilegio a Petro sí le nubló su empatía con las mujeres... terrible porque en aras de hacer un trabajo en pro de su campaña presidencial y mostrarse muy inclusivo termina empeorándolo todo.