Hace poco tiempo leí un artículo de Juan Carlos Rincón Escalante que me dejó con una necesidad inmensa de buscar La depresión existe, libro que me llevó hoy a escribir esta columna. El artículo y el libro convergen en fragmentos similares, pero sin dudar este es uno de los que más me atrapó: “¿Cómo tanta bondad, tanta ternura, tanta empatía y amor pueden convivir con un desespero autodestructivo?”.
Comencé a reflexionar sobre la cantidad de personas que son buenas parejas, excelentes amigos, trabajadores responsables, hijos virtuosos, incluso con vidas exitosas, pero con una lucha interna que los destruye cada día: una agonía indescriptible, una sensación de fracaso que no se marcha de sus mentes y al final una ansiedad que se apodera de ellos, a tal punto que terminan siendo vencidos por este monstruo a veces sin nombre. Digo sin nombre porque estamos frente a una sociedad que es capaz de llamar cualquier enfermedad por su nombre sin ningún prejuicio hasta escuchar la palabra depresión, así que hablaré de ella como el monstruo silencioso.
Justo eso son los trastornos mentales, una autodestrucción incesante contra la que las personas que los padecen. Ellas deben luchar cada día, pero no es solo una lucha personal, sino también de aquellos que los acompañan en ese arduo camino de no encontrar explicaciones al desasosiego que sientes.
Pongamos un ejemplo de una de las conversaciones más comunes.
—¿Por qué estás triste?
—No sé, a veces no existe un por qué.
—Entiendo, pero no estés triste, hay personas viviendo situaciones peores.
Bingo, efectivamente hay personas pasando por casos extremos de dolor y dificultades, pero eso no le resta valor a lo que otros puedan sentir, bien lo dice Juan Carlos en su libro: “Comparar tristezas y sufrimientos es mezquino. Lo convierte en una competencia: solo aquel que esté peor puede quejarse”.
Creo que necesitamos entender que los dolores son personales y que todos en algún momento de nuestra vida estamos tristes, pero la tristeza que experimentan las personas acompañadas por el monstruo silencioso es de otro tipo. Los sentimientos son más profundos y esta viene con sensaciones que no pueden explicarse, pero que ocupan todo el espacio y se roban la paz.