La siguiente experiencia parece tan surrealista, que de no ser por el acta de detención dictada hacia Raphit Aly Tejeda Argáez por la justicia española donde se le priva de la libertad, sería difícil de creer.
Raphit, ingeniero industrial de profesión, radicado en España en la comunidad de Madrid, ha sido absuelto de los cargos que reposaban en su contra el día 23 de marzo de 2021 por el Juzgado de Instrucción 6 de la Audiencia Provincial de Madrid, después de más de tres años de líos judiciales por la denuncia de una joven española que aseguró que el implicado habría abusado sexualmente de ella. En países como España, este tipo de denuncias puede llevar a un hombre a la cárcel directamente, y este joven no fue la excepción.
Contactamos con él a través de su red social de Instagram y accedió a darnos una breve entrevista con la excepción de no hablar del día de su detención, puesto que afirma “que en este momento está feliz y no desea recordar la cara de asco con que le miraban algunos policías cuando fue detenido”.
- ¿Cómo sucede todo este embrollo? ¿Cómo conoce usted a esta mujer y por qué termina detenido?
- Vivo en Alcalá de Henares, una ciudad donde hay bares en cada esquina, y era costumbre mía visitar uno específico cerca de la Plaza de Cervantes. Cuando estoy allí jugando billar en una mesa, se acerca una joven que no conocía, ella me hace caritas y yo correspondo. Terminamos liados en pocos minutos. Ella posteriormente se va con sus amigas y al final de la noche terminamos juntos en mi piso.
La razón por la que se me detiene es porque ella colocó una denuncia en la Comisaria de Alcalá de Henares afirmando que yo había abusado sexualmente de ella aquella noche.
- ¿Tuvieron sexo esa noche?
- Si la hubiera tocado estaría privado de la libertad ahora, y tendría que cumplir una condena de doce años de cárcel que es lo que pedía la Fiscalía por el delito de abuso sexual. Lamentablemente esta joven dio con el hombre equivocado, no la toqué ni tuvimos sexo, y eso precisamente fue lo que la molestó. Yo consideré que ella no estaba en condiciones adecuadas para el oficio. Estaba demasiado ebria y perdía el conocimiento.
- ¿Es decir que le denuncia porque usted no quiso tener sexo con ella?
- Sí, quizá herí su orgullo y por eso fue y colocó la denuncia. Ella insistió en que quería quedarse aquella noche conmigo, pero debido a que estuvo inconsciente en mi habitación durante un tiempo breve como consecuencia de la cantidad de alcohol que había en su cuerpo, después de vomitar en repetidas ocasiones, preferí pedirle que se marchara de mi piso. Yo me ofrecí a llamar a algún familiar suyo y ella se negó. Me decía que quería quedarse allí conmigo.
- Pero si no estaba en condiciones, ¿por qué no permitió que se quedara en su apartamento?
- Porque no la conocía. No sabía ni su nombre. Vine a saber su nombre el día que me detuvo la policía. Antes de llegar a mi piso yo vi que ella no estaba bien y le planteé llamar a un familiar suyo o pagarle un taxi para que se fuera a su piso y ella se negó, dijo que prefería quedarse conmigo. Estando en mi piso se pone peor, le ayudo, pero una vez se recompone, prefería que se marchara.
Habíamos ido a mi piso con intenciones de pasarlo bien, pero las cosas no se dieron. Consideré que era mejor dejarlo así y eso a ella le disgusto.
- ¿Qué pruebas había en contra suya para que se le detuviera?
- Solamente el testimonio de A. (Inicial del nombre de la joven), porque de resto no pudieron hallar ni siquiera ADN mío en su cuerpo. Lo que sucede es que, en países como España, una denuncia por abuso sexual te puede llevar a la cárcel sin más. Se te detiene y luego se te investiga. El mundo al revés. Pero lo que esta joven ignoraba es que cuando abusas de una persona quedan restos de fluidos en el cuerpo de la víctima y a mí me hicieron de cuanta prueba existe una vez me detuvieron, y no hallaron nada. Lo único que sí salió positivo fue las pruebas de alcoholemia de ella y dio positivo en dos drogas, lo cual explica por qué vomitaba tanto cuando estaba en mi piso.
Como si fuera poco, la única testigo del caso, es una amiga de ella, que declaró textualmente “que su amiga A. quería tener sexo conmigo esa noche y que de seguro los tragos la hicieron ver cosas que no son”. También esta testigo declaró ante el juez que su amiga iba diciendo a todos sus compañeros de trabajo que había sido abusada por mí, pero que a cada uno le contaba historias diferentes.
- ¿Cómo afectó su vida esta experiencia?
- Pienso que todo sucede por algo. Cuando se me priva de la libertad por la denuncia de esta joven y posteriormente se me concede la libertad provisional, la jueza me dice que no puedo salir de España, por lo que empecé a perder trabajo, puesto que mi anterior trabajo ameritaba mi desplazamiento a Portugal y Francia.
Tuve que reinventarme, y empecé a trabajar por cuenta propia aplicando mis conocimientos de ingeniería en el sector de la construcción y reformas. Y actualmente continúo en ello. Me va mejor que antes, y lo mejor, aplico mis conocimientos. Así que reitero, todo sucede por algo.
Hay que verle lo positivo a cada situación. De cada experiencia se puede aprender algo.
- Noto en usted un joven maduro. Después de esta experiencia, ¿hay algo de lo que se arrepienta?
- Debí ser más precavido, pero no me arrepiento de nada en absoluto. Como dijo Denis Diderot: “ni arrepentirse ni hacer reproches”. Eso no va conmigo. No hace parte de mi forma de vida.
- ¿Le ha dejado alguna lección esta experiencia?
- La gente siempre critica cuando sale una noticia de un supuesto abusador, y puedo entender esa reacción porque creo que es normal en aquellas personas que no somos capaces de hacerle daño físico a personas del sexo opuesto, pero la gente no ve más allá. ¿Cuántos hombres no hay en la cárcel acusados de delitos que no cometieron? ¿Cómo afecta psicológicamente hablando a aquellos hombres que son inocentes el escarnio público?
Yo he conocido casos aquí mismo en España de hombres que fueron denunciados por sus exparejas, de hombres que su misma pareja les ha denunciado después de una discusión y al final han sido detenidos. Hubo un caso de una chica que denunció a un hombre porque quería llamar la atención de él. En fin, el sistema judicial español da muchas garantías a las mujeres, al punto que solo por denunciarte ya te detienen.