Me alegra profundamente que el gobierno del presidente Lula Da Silva lograra doblegar a los simpatizantes de Bolsonaro que intentaron un golpe de estado al estilo de Trump.
La extrema derecha, convencida de ser portadora de la verdad revelada en temas religiosos, políticos, económicos y éticos, aparece una vez más irrespetando los derechos humanos, la democracia y todo lo que atente contra su egoísta creencia de considerarse los elegidos de los dioses.
A pesar de que en la mayoría de los países fundamentamos los derechos humanos bajo la premisa de que “all men are created equal”, lo que significa que todos los hombres (y obviamente las mujeres y todos aquellos que se identifiquen bajo la sigla LBQTI) fueron creados en igualdad, el abuso basado en las “revelaciones religiosas” discriminatorias ha estado siempre presente y ha sido liderado por individuos disfrazados de ideologías claramente subyugadoras.
¿Qué hemos aprendido? ¿Cuál es nuestra reflexión sobre el "orden de las cosas"? ¿Qué significan los términos libertad, democracia, respeto, equidad, oportunidad, diálogo, comunicación y otros tantos vocablos que a menudo olvidamos que existen?