Bella sorpresa tuve buscando otras exposiciones de FotoMuseo que se ha tomado todos los espacios y ha traído un mundo de registros donde colombianos y extranjeros tienen en la fotografía un proyecto de realidad. Todo lo insólito puede tener cualquier propósito porque la imagen está sometida, tiene la magia de la intervención tecnológica donde se le puede alterar o transformar o, no tener muchos propósitos en el tema.
Y, el gran asombro fue el nuevo Museo Bogotá en la carrera 4 # 10-18 que hace parte de las obras del Distrito. Una casa que fue construida en 1752 y donde vivió el último virrey, Juan de Sámano. Un museo perfecto, con las proporciones perfectas donde unieron arquitectónicamente la el espíritu de la Colonia con la modernidad. Una fusión de historias que cuenta con el respeto de cada tiempo. Bello lugar con su fuente de piedra original.
Allí encontré tres artistas interesantes: Victor Enrich de España, Laurent Chehere de Francia y Fernando D’Isitos de Argentina nos llamaron la atención.
Con la fotógrafa Olga Lucía Jordán nos atrevimos a que una tercera intervención creativa hiciera parte de la fotografía y encontramos otra manera de intervenir lo ya transformado. El mundo abstracto, o el universo figurativo convertido en imaginación cáustica donde los seres humanos quedaron perdidos en los hoteles parisinos que muestran la soledad de los lugares de paso. La fotógrafa colombiana buscó detalles sugeridos dentro de las dos posiciones estéticas. El detalle de lo abstracto o los mundos íntimos detrás de las ventanas. Como son muchas fotos los dejamos con los registros y las intervenciones de los detalles profundos.
Las fotos de Laurent Chehere…
…Y las de Fernando D’Isitos