Como ya es costumbre en Buenaventura, para esta época empiezan a salir las aspiraciones al principal cargo de elección popular: la alcaldía distrital. Ya son aproximadamente 12 aspirantes en este momento, entre los cuales se destacan: Héctor Copete, Ligia del Carmen Córdoba, Libia Mosquera, Jaime Marines, Daniel Olave, Edgardo Noviteño, Bernabé Mosquera, Franco Romero, Víctor Vidal, Winston Segura, Elvia Lucy Avonce, Rolando Caicedo, entre otros.
¿Cuántos de ellos lograrán obtener aval?
Hoy la mirada está en el comité central que lidera el paro cívico realizado por todos los bonaverenses, donde en el 2017 se dejó un precedente marcado en la historia de Colombia y en especial la de Buenaventura, con una manifestación en la que participó todo el pueblo y que duró 21 días, colocando en aprietos al gobierno nacional.
Este paro dejó muchas anécdotas, unas buenas y otras malas, pero lo importante es que por primera vez se pudo observar la unión de todo un pueblo. Esto nos hizo pensar que, manteniendo esta llama prendida, vendrían muchos cambios para nuestra ciudad. Sin embargo, si vemos la realidad, las cosas no han mejorado como se esperaba: hoy seguimos sin hospital, sin agua, sin calidad en la educación, sin un relleno sanitario digno, etc.
No podemos desconocer el gran esfuerzo que viene haciendo el comité que es el que nos representa, pues se han logrado avanzar en unas agendas con el Estado y se han conseguido algunas cosas importantes para la ciudad, lo cual nos anima a seguir creyendo que sí se pueden hacer o lograr muchas cosas cuando se tiene un horizonte con una ruta bien trazada.
Aunque estas gestiones y logros fueron por la participación de todos los bonaverenses en el paro, también hay que reconocer la forma en la que el comité con argumento y conocimiento ha manejado cada uno de los temas que quedaron en la agenda, la cual se sigue negociando con el gobierno nacional.
Hoy cuando se acercan las próximas elecciones para escoger a quién reemplazará al actual alcalde y el comité de paro propone un candidato se abre una discusión que es sana, que cede con el propósito de mirar la pertinencia o no de que el comité proponga y sea del seno de ellos. Esta elección abre el debate entre aquellos que están de acuerdo y los que manifiestan que es oportunismo. Aunque yo hubiese preferido que siguieran avanzando en la agenda para separar las cosas, lo indiscutible es que están en todo su derecho.
Lo que sí es cierto es que Buenaventura no aguanta más una mala elección, pues ya el distrito se encuentra en unas condiciones deplorables que se han venido agudizando cada vez que llega un mandatario, pues en su mayoría terminan presos y salpicados por presuntos actos de corrupción, lo que hace que esta pugna por la alcaldía tenga una gran importancia. De la decisión que tomemos el 27 de octubre depende nuestro futuro.
Es necesario que el pueblo entienda que en esta contienda no podemos basarnos en cuántas campañas tiene el uno o el otro, es la oportunidad de valorar las capacidades de cada uno y escoger la alternativa que pueda desarrollar las potencialidades que tiene el distrito. No por tener una, dos o varias campañas son más o menos capaces. La diferencia está en la capacidad de gestión, el conocimiento de lo público y sobre todo, que sea temeroso de Dios.
Lo que sí esperamos de los candidatos es que esta campaña está llena de ideas y propuestas medibles y cumplibles, que desaparezcan las confrontaciones entre campañas. Que sea un debate de ideas y de sacar al distrito del pantano en el cual está sumergido.
De esta camada de candidatos, quienes logren tener aval para participar en esta contienda política están en la obligación de no convertirse en otro alcalde que se vaya preso por presuntos actos de corrupción, pues ya en la ciudad estamos cansados de que nuestros profesionales caigan en estas malas prácticas.
Por esta razón conminamos a nuestros conciudadanos hacer “un alto en el camino” y a que escojamos de una vez por todas “un alcalde intelectual y transparente”, que conozca la ciudad, que maneje bien las normas del sector público, que no vaya a improvisar, que pueda discutir con altura con los funcionarios del gobierno nacional, que tenga pleno conocimiento de la problemática del distrito, que no tenga vinculación con actos de corrupción avalados por los órganos competentes, que no utilice recursos de dudosa procedencia en su campaña, que sea capaz de rechazar ese tipo de ofrecimientos, que tenga temple y personalidad, que tenga las manos limpias y sobre todo que sea un excelente ser humano.
Buenaventura merece ser dirigida por sus mejores hijos. Reitero no importa cuántas campañas tenga, pues la diferencia estará en su capacidad, compromiso y ganas de trabajar.
Señores candidatos, por su salud y responsabilidad con sus electores, no reciban recursos de dudosa procedencia con tal de llegar a la alcaldía, como presuntamente ocurre.
Señores electores, así como en el 2017, por primera vez pudimos observar la unión de todo un pueblo, logramos colocarnos de acuerdo y salimos todos a protestar por nuestros derechos, esta vez no les pidan plata a los candidatos, tomemos conciencia y vamos a las urnas a votar por la mejor opción o alternativa, pues de esto va a depender el inicio de un nuevo rumbo en nuestra ciudad.
Esta es la oportunidad para que el pueblo de Buenaventura por primera vez elija su alcalde.