Su indiferencia los deja más fácilmente en la mira de corruptos, hampones o mafias que buscan silenciarlos.
Sin proponérselo abiertamente, más por omisión que por acción, en Colombia los medios de comunicación tradicionales también tienen cierta cuota de culpa en el constante asesinato de líderes ambientales.
Cuando uno de ellos es acribillado, ahí sí están en primera fila para dar la nota roja, la lamentable noticia de que un nuevo líder ambiental ha sido asesinado en Colombia, el país donde más los matan por esa causa.
Pero ¿dónde estuvieron esos mismos medios de comunicación para hacer eco de las denuncias de estos líderes ambientales, que tal vez nadie había querido escuchar, antes de que fueran asesinados?
Seguramente a nivel local, en sus comunidades, ellos ya habían expresado su preocupación de que su lucha ambiental tuviera tan poca visibilidad, ante la indiferencia de autoridades negligentes y una ciudadanía apática, que siempre tiende a encogerse de hombros en temas de medio ambiente o mal manejo de residuos.
Y seguramente, ante amigos y conocidos, también ya habían expresado en varias ocasiones su frustración y hasta impotencia por sentir que en su lucha individual por cuidar el entorno estaban arando en el desierto, que menos gente de la que quisieran les copiaba, que sus esfuerzos por crear conciencia rendían menos frutos de los esperados.
Este mismo espacio de nota ciudadana es un buen termómetro para ello: escriba usted un artículo sobre plata y mucha más gente lo leerá que si escribe usted algo relacionado con medio ambiente. Así de doble moral es esta sociedad.
Y seguramente por esa misma negligencia y apatía es que los líderes ambientales han tenido que redoblar sus acciones o alzar su voz, casi gritar en el vacío, hasta que estas llegan a oídos de corruptos, hampones o mafias locales, que buscarán silenciarlas, antes que a medios de comunicación tradicionales, autoridades y una ciudadanía que deberían ser mucho más solidarios, menos indolentes, y prestarles más atención.
Así que antes de darse golpes de pecho por un nuevo líder ambiental asesinado en el país, muchos deben preguntarse qué cuota de culpa tiene la propia indiferencia ante estos temas.
Esa toma de conciencia y mayor solidaridad con las causas que ellos defienden pueden ser el mejor escudo preventivo para que no sigan matándolos.