La tan esperada Cumbre de Pitalito que se realiza hoy en ese municipio del Huila, con la presencia de los gobernadores del Caquetá, Putumayo, Huila, Meta y Cauca, del Ministro de Agricultura Rodolfo, de cuatro viceministros y una alta consejera presidencial, además de dos delegados de cada uno de los líderes de los puntos de bloqueos y cuarenta campesinos e indígenas que constituyen la guardia de los líderes del paro, decide hoy el futuro del paro nacional y por ende el futuro de la economía del sur de Colombia.
La presencia del ministro de Agricultura, 4 viceministros y una alta consejera presidencial, constituye capacidad de negociación y de decisión por parte del gobierno nacional, hecho que motiva la presencia de los líderes que bloquean la vía hacia el Sur del país, y a su vez se constituye en una señal de esperanza de los departamentos allí representados, razones por las cuales sus comerciantes enviaron sus delegados a esa cumbre.
En declaraciones dadas a los medios de comunicación esta mañana en el aeropuerto de Catam antes de salir con la Comitiva Presidencial para Pitalito, el gobernador del Caquetá Arnulfo Gasca Trujillo, vocero de los demás gobernadores, manifestó que "los bloqueos no son negociables, no se puede permitir que se siga acabando con la economía de estos departamentos". Todo parece indicar que ese es el sentir unánime de los habitantes del Caquetá, Huila, Putumayo, Meta y Cauca, en especial de sus comerciantes tanto mayoristas como minoristas que han tenido que despedir miles de trabajadores por los taponamientos en la vía.
Palabras más palabras menos, el gobernador manifestó que no se puede seguir bloqueando el paso de combustible, insumos médicos, oxígeno, gas, alimentos para la población y la salida hacia el interior del país de los elementos que constituyen la economía de los departamentos del Sur de Colombia.
Vistas así las cosas la Cumbre de Pitalito decide. Los conatos de desorden público que se presentaron ayer en Florencia y en algunos municipios del Caquetá, con la llegada a cuenta gotas de combustible son una mínima muestra de la desesperación de una población que a pesar de apoyar el paro se opone a los bloqueos, porque según muchos de los pobladores que ya han protestado en las calles, los bloqueos los están dejando en la ruina y en vez de progreso están generando pobreza, hambre y descontento en el Sur del país.