Cuando en 1994 se celebró la primera Cumbre de las Américas, en la ciudad de Miami, Estados Unidos, la exclusión de Cuba marcó la pauta de cuáles eran los principios políticos por los que se regiría esta naciente entidad regional, verificada ahora con la exclusión de Venezuela. O sea, estas cumbres son como un club donde asiste a la fiesta quien sea políticamente del agrado del anfitrión o del “Patrón”, en este caso el presidente de los Estados Unidos.
Así es como se están comportando las autoridades peruanas, aplicando lo que les dice el Patrón, al no solo impedir la presencia de Venezuela en la cumbre, también han desarrollado una política hostil y agresiva contra la delegación de la Sociedad Civil de Cuba. El empleadillo del Departamento de Estado, Luis Almagro, a cargo de una de las dependencias de dicho departamento conocida como la OEA, financiado por la Central de Inteligencia de los Estados unidos -CIA, en plena coordinación con la policía y los servicios de seguridad peruanos, han sido los ejecutores de esta política cobarde y agresiva contra la delegación de la heroica isla caribeña que mantiene en alto las banderas de la soberanía, la dignidad y la vergüenza, frente a los gobiernos corruptos como el de Perú cuyo expresidente Pedro Pablo Kuczynski fue defenestrado por tales cargos delictivos.
La digna y valiente respuesta de la delegación cubana logró, no solo paralizar el foro de donde se les excluía, sino que, con su denuncia y el apoyo de la mayoría de los asistentes, hicieron que el empleadillo Luis Almagro y su maniobra anticubana fracasara, y salieron como salen los cobardes y derrotados, por la puerta trasera.
Alguna explicación frente a este vergonzoso episodio tendrá que dar el Gobierno del presidente Martín Viscarra no solo al Gobierno cubano con el cual mantiene relaciones diplomáticas, también al pueblo peruano, que no olvida que Cuba ha sido solidaria con su pueblo, ni que en momentos difíciles ha estado a su lado, como cuando aquel terremoto de 1970, fueron las brigadas médicas y de la construcción cubanas las primeras en llegar a ese hermano país, para brindar su ayuda desinteresadas y solidarias.
De otra parte, hoy 13 de abril dará comienzo la ya debilitada Cumbre de las Américas, la pobre representación con 20 de 35 Jefes de Estado y Gobierno, es una señal que dicho ente, creado con fines intervencionistas en el mundo económico y comercial, ya no tiene mucho futuro ni objetivo, porque como se sabe la ausencia a dicha Cumbre del presidente Donald Trump es coherente con sus opiniones contrarias a los Tratados de Libre Comercio, de hecho el acuerdo Canadá-Estados Unidos, México, conocido como NAFTA, está en peligro de desaparecer, también el Tratado de los Países del Pacifico, que el inquilino de la Casa Blanca cuestionó. Todas estas conductas del presidente estadounidense abren una interrogante y no parece que estos encuentros hemisféricos tengan un futuro provisorio, pues quienes la crearon parecen abandonarla.
Debe saberse que estas cumbres no tienen carácter resolutivo, o sea que no toman ningún acuerdo y ningún Estado tiene la obligación de cumplir lineamiento alguno. En esta ocasión Estados Unidos ha querido vincular la OEA a la cumbre y a través de su empleado, el señor Luis Almagro, ha venido cabildeando con los Gobiernos de Colombia, Argentina y Brasil con el aviso fin de buscar una condena al gobierno legítimamente constituido de Venezuela y mediáticamente sembrar la matriz de que las elecciones venezolanas serán un fraude, sin embargo, sus acciones iniciales contra Venezuela y Cuba en los foros de la Sociedad Civil han sido infructuosas y derrotadas, nada hace indicar que una propuesta contra Venezuela sea tomada en cuenta y si se tratara de forzar una acción contra Venezuela, Perú sería la sepultura de estos eventos hemisféricos.
Los países del ALBA ya declararon que no aceptaran ningún pronunciamiento ni tan siquiera que se trate el tema de Venezuela, porque no es de la incumbencia de dicha Cumbre por tratarse de un asunto de política interna de cada Estado.
El tema principal a tratar en esta Cumbre es la “gobernabilidad democrática y la lucha frente a la corrupción” un tema surrealista porque se iniciará esa cumbre a tres semanas que el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski tuvo que renunciar por hechos de corrupción, una buena parte del parlamento peruano también cuestionado, mientras que varios Jefes de Estados que han o no confirmado su asistencia, también están cuestionados en sus países, tales son los de Guatemala, Colombia, México, Brasil, Argentina, Honduras y Jamaica y el propio Donald Trump. Pasará este cónclave bajo el estigma de la Cumbre de Famosos y Corruptos.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
La Habana, Cuba, 12 de abril del 2018. 19.50 horas.